Madonna lo dio todo en Río de Janeiro, Brasil, al repasar su carrera de cuatro décadas en un histórico show que hizo vibrar la mítica playa de Copacabana repleta de gente. La artista estadounidense de 65 años cerró de The Celebration Tour en una noche calurosa, en la que derrochó energía y mezcló música con performance, cabaret y baile. Su interpretación de "Nothing Really Matters", un himno a la resiliencia, fue el inicio de un derroche de energía brutal.
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