Tiempo después del escandaloso divorcio de Katie Holmes y Tom Cruise, se conocieron cuáles fueron los motivos que los llevaron a esa decisión: el fanatismo y la obsesión del galán de Hollywood por la Iglesia de la Cienciología, que considera a la actriz y madre de Suri Cruise Holmes como “el enemigo”. La boda entre los artistas había sido en noviembre de 2006 en el imponente Castillo Odescalchi en Bracciano, a 35 kilómetros de Roma, al que llegaron muchísimos invitados de Hollywood. Por entonces, Tom Cruise ya era una estrella que había protagonizado las dos primeras películas de la saga “Misión Imposible”. Y justamente buscando a su compañera para el tercer filme conoció a Katie Holmes, una bella y joven actriz en ascenso, diecisiete años menor que él. El noviazgo había sorprendido a todos, pero él le dio un anillo en la Torre Eiffel, considerado uno de los lugares más románticos de París y el mundo, y poco después se casaron. Tras seis años de matrimonio, llegó el divorcio, el 18 de junio de 2012. La entonces pequeña Suri Cruise, única hija de los artistas nacida el 18 de abril de 2006, sigue sin dirigirle la palabra a su famoso padre al día de hoy. Con 17 años e idéntica a su madre, la chica es cantante y tiene casi cien mil seguidores en su fanpage de Instagram. Según explicó Katie Holmes en su momento, la separación se debió a “diferencias irreconciliables”, por las cuales solicitó la custodia completa de su hija Suri, que mantiene hasta el día de hoy. Madre e hija son muy unidas. Tanto, que el debut musical de Suri fue con la canción “Blue Moon”, que aparece en los créditos de la película que su madre dirige y protagoniza, llamada “Alone together”. Esas “diferencias irreconciliables” tenían que ver, como todo el mundo entendió, con el fanatismo y la obsesión del actor de “Misión Imposible” por la Cienciología.
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