La escalada en los precios de los alimentos y bebidas siguen como impulsores de la inflación general. En marzo, no fue la excepción. En la cuarta semana del mes, ya se registró un aumento del 1,71%, un aumento de 1,25 puntos porcentuales contra la semana anterior.
De esta manera, los alimentos y bebidas presentaron un incremento acumulado del 4,7% en las últimas cuatro semanas.
Los alimentos que más subieron de precio en la última semana de marzo
Los rubros que más aumentaron en la cuarta semana de marzo, según el relevamiento que realiza la consultora LCG son los siguientes:
Verduras: 4,4%.
Productos panificados, cereales y pastas 3,5%.
Carnes: 2,4%.
Condimentos y productos alimenticios: 0,7%.
Frutas: 0,6%.
Bebidas e infusiones para consumir en el hogar: 0,5%.
Productos lácteos y huevos: 0,4%.
La carne se volvió a ubicar por encima del promedio semanal con un 2,4%, a diferencia de la semana previa donde registró una retracción de 0,5 puntos.
Los alimentos que más subieron de precio en marzo
En cuanto a los alimentos y bebidas que más incrementos acumularon en las últimas cuatro semanas se encuentran:
Productos panificados, cereales y pastas: 8,7%.
Productos lácteos y huevos: 6%.
Frutas: 4,3%.
Carnes: 4,3%.
Condimentos y productos alimenticios: 3,8%.
Bebidas e infusiones para consumir en el hogar: 3,2%.
Verduras: 3,1%.
Comidas listas para llevar: 2,7%.
Aceites: 2,1%.
Azúcar, Miel, Dulces y Cacao: 1,3%.
Según indica la consultora LCG, dos de los diez rubros de alimentos y bebidas se encuentran por encima del promedio de variación mensual, que fue del 4,7%.
En tanto, los analistas prevén para marzo una inflación cercana al 7%. “Vemos una suba de precios rozando el 7% para marzo. Uno de los principales rubros es ‘Educación’ por el inicio del ciclo lectivo, pero en particular este año hay un arrastre de alimentos y bebidas, como carne, pollo, lácteos, huevos”, sostuvo Lorenzo Sigaut, de Equilibra.
Matías de Luca, economista de la consultora LCG, agregó que marzo suele ser un mes donde la demanda de dinero comienza a caer y eso impulsa la inflación al alza. “Cuando hay mucha inflación la gente se quiere sacar la plata de encima porque saben que se deprecia, entonces en vez de tenerla, aprovecha y va al supermercado, compra ropa antes de que aumente. Es decir, aumenta la velocidad de circulación del dinero".