El oficialismo de la Cámara de Diputados logró hoy aprobar el proyecto de ley que crea el Régimen Simplificado y Cambiario para Pequeños Contribuyentes Tecnológicos, que habilita a cobrar hasta 30.000 dólares por mes en concepto de exportación de servicios sin obligación de liquidarlos en el Mercado Único de Cambios.
La iniciativa impulsada por el Ministerio de Economía, también conocida como "monotech", cosechó 111 votos positivos, 11 negativos y 85 abstenciones, y será tratada en el Senado.
Juntos por el Cambio se abstuvo en su totalidad, al igual que el Frente de Izquierda, mientras que el Interbloque Federal votó en contra y Provincias Unidas a favor.
Según el proyecto, quienes adhieran voluntariamente a este régimen cambiario especial deberán pagar al fisco mensualmente una cuota (que incluye en un único monto el impuesto integrado, los aportes jubilatorios y la obra social) de acuerdo a un esquema de escalas diferenciadas.
El régimen del monotributo convencional actual habilita hasta un tope de 12 mil dólares, con lo cual esta iniciativa ampliará ese techo.
El espectro de actividades alcanzadas por esta nueva figura de monotributistas Tech es amplia, y no se reduce únicamente a las comprendidas en la Economía del Conocimiento como podrían ser programadores, desarrolladores de software, desarrolladores de videojuegos, productores audiovisuales, profesionales de la bio y nanotecnología, de la industria aeroespacial y de la industria 4.0.
También incluye a otras actividades que tienen un mercado de exportación como la que desarrollan traductores, diseñadores, guionistas y periodistas, por citar algunos casos de trabajadores que venden servicios al exterior.
Y la gran novedad es que este régimen de "Monotributo Tech" alcanza también a jugadores que desarrollan competencias profesionales de deportes electrónicos o "e-sports". En el caso de este tipo de sujetos, las condiciones difieren dado que no aportan a las seguridad social ni a obra social.
El debate
Abrió el debate el diputado del Frente de Todos Carlos Heller, miembro informante del oficialismo, quien destacó que la iniciativa tiene como propósito promover la "exportación de conocimiento", "evitar la fuga de talentos" y "reducir la informalidad".
Además señaló que la finalidad de la iniciativa es "incorporar el mercado formal a muchos profesionales argentinos en general jóvenes que están fuera del sistema", de manera tal de "sumarlos al sistema registrado" y así "fortalecer el sistema previsional y el sistema de obras sociales".
"El objetivo es que tengan un esquema ágil, sencillo para que puedan estar registrados y tributen en el país y generen un incentivo para que opten por ingresar las divisas al país y evitar que recurran a mecanismos de opacidad fiscal en el exterior", amplió.
El economista estimó que las personas que exportan servicios al exterior de manera independiente "tienen una remuneración promedio que se mueve entre los 2.500 y 3.000 dólares mensuales".
A su turno, el presidente del bloque Córdoba Federal, Carlos Gutiérrez, definió el nuevo sistema como "un parche" y lo cuestionó al señalar que es una "maniobra desesperada de generar divisas".
"No es esta la manera de que ese mercado se acerque a lo que cobra un trabajador en relación al mercado externo", señaló Gutiérrez.
Por su parte, Marcelo Casaretto (Frente de Todos) defendió el proyecto al explicar que algunas de las personas alcanzadas "no están en la economía formal", por lo que el Estado se priva de recaudación fiscal.
En este sentido, el entrerriano detalló que el proyecto apunta a poner en marcha un régimen especial para permitir que los que están en blanco "tengan una carga impositiva menor y los que están en negro se regularicen".
El diputado de Evolución Radical Alejandro Cacace planteó que "el problema" que tiene este sector de talento que trabaja para el exterior y cobra en dólares es que "con la legislación cambiaria que tiene el país les obliga que al ingresar ese dinero pierden la mitad de su dinero".
“Solo acá se establece que se le tiene que sacar la mitad del patrimonio por lo que vende y tenemos que corregir la distorsión cambiaria que es un problema macro”, apuntó.
Para Cacace, "la verdadera utilidad del proyecto es el artículo 15 que dice que los que están inscriptos en esto, no están obligados a liquidar en el mercado libre de cambio y se pueden quedar con los dólares".
Al final del debate, el diputado Martín Tetaz (UCR) sostuvo que "cada uno que produce en la Argentina y que exporta tiene que poder hacerse de sus dólares" porque "cuando eso no sucede, se produce un sesgo antiexportador".
"Cuando un dólar vale 380 o 400 pesos y usted le da 200 al que produce esos dólares, y le aplica retenciones, genera el incentivo a producir menos dólares. Cuando tiene menos dólares, exporta menos, el dólar crece y los salarios son más bajos, independientemente de la actividad que haga cualquier argentino. Todos los argentinos son más pobres porque a la Argentina le entran menos dólares y el dólar que equilibra el sector externo termina siendo más alto", analizó el economista.
El cierre estuvo a cargo del diputado del Frente de Todos Itai Hagman, quien destacó que "la Argentina es el segundo exportador de servicios informáticas en América latina", y puntualizó que "en los últimos 15 años las exportaciones vinculadas a la economía del conocimiento han crecido el doble que el resto de los servicios y bienes”.
"Oponer al peronismo a la innovación tecnológica, por un lado, y por otro a la búsqueda de aumentar las exportaciones, son dos zonceras. Primero, porque la industria del conocimiento ha sido una política de Estado que más se ha dado con gobiernos populares", explicó.