En tiempos de suba de tarifas a nivel nacional y quita de subsidios se vuelve a poner la lupa sobre una discusión federal: cuánto se paga en el Área Metropolitana de Buenos Aires y las diferentes provincias de la Argentina. Entre esos dos puntos hay hasta cuatro veces de diferencia en cuestiones de precio, según un informe privado.
De acuerdo con un estudio del Afispop, el Área Fiscal y Política Públicas del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la tarifa promedio de un hogar Nivel 3, de ingresos medios, es de $3406. Ese dato no considera impuestos, donde se cargan recaudaciones nacionales, provinciales y municipales.
En el AMBA, el valor promedio para ese nivel es de $1783 en el caso de Edesur y de $1791 para Edenor. Son las dos tarifas más baratas de la Argentina si no se tienen en cuenta los gravámenes. En contrapartida, la más cara está en Neuquén, donde se pagan $7339 por la tarifa eléctrica.
En el caso de los hogares de Nivel 2, los de ingresos bajos, la tarifa sin impuestos más barata está en Formosa ($1397), mientras que los usuarios de Nivel 1, los que van hacia la quita total de subsidios, la tarifa más económica está en Jujuy ($3539) y el AMBA, con Edenor y Edesur, aparece recién en el cuarto puesto entre los lugares con facturas menos costosas.
En el caso de los hogares de Nivel 2, los de ingresos bajos, la tarifa sin impuestos más barata está en Formosa ($1397).
Hay otro dato para tener en cuenta antes de seguir con las explicaciones y es cómo se compone el costo de la factura. Según este informe, en el caso de los hogares de Nivel 3 -ingresos medios- el 33% es el precio de la energía y el 67% es el valor agregado de distribución (VAD). En el AMBA la proporción es aproximadamente de 60/40 en favor del costo de la energía.
En el caso de los hogares de Nivel 2, los de menores ingresos, el precio de la energía representa el 29% y lo restante es el VAD. Y en el caso de Nivel 1, los “sin subsidio”, el 54% es el primer ítem y el 46% el segundo.
“Las diferencias de precios entre provincias se pueden explicar por el VAD, que es lo que fijan las provincias en cada caso”, explica Julián Rojo, economista especializado en energía. Detalla que el cuadro original de precios en las provincias no incluye impuestos, que tienen un mayor peso en el interior, porque en el AMBA no se pagan gravámenes provinciales ni municipales, ni considera los descuentos que las provincias hacen por tarifa social.
Contrariamente a lo que se cree -que el AMBA recibe más subsidios energéticos- Rojo explica que este ítem es igual en el caso de todas las distribuidoras porque lo que se cubre es la diferencia entre el costo de generación y el precio que pagan las distribuidoras de todo el país, que es el mismo. “Hay otros subsidios que están en manos de las provincias, que son los de la tarifa social, que son muy variables”, añade.
El VAD se determina a nivel provincial, con entes reguladores provinciales que lo definen, y que depende de muchos ítems, entre ellos, el estado de la red, la densidad de uso según la población y las líneas de distribución. Hay que considerar, además, que abastecer a poblaciones más aisladas es mucho más caro que abastecer en ciudades, como ocurre en el caso de Edenor y Edesur.
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