La aceleración de la inflación en los primeros meses del año, con fuerte suba en el valor de la canasta básica alimentaria -determina el umbral de indigencia-, y un primer retroceso del salario real en la primera parte del 2023, prenuncian un contexto de deterioro de los indicadores sociales centrales, especialmente el de pobreza que se mide a partir del valor de la canasta básica total que incluye los precios y tarifas de los servicios públicos y privados esenciales.
El 2022 terminó con un nivel de pobreza cercano al 40% de la población, según estiman economistas y centros de estudios que siguen de cerca los indicadores socioeconómicos. El dato final correspondiente a la segunda mitad del año pasado será dado a conocer por el Indec en la última semana de marzo.
Como referencia, según el último informe oficial, la pobreza fue del 36,5% de la población al cabo de la primera mitad de ese año, mientras que la indigencia alcanzó al 8,8% de los habitantes. Abarcó a poco más de 17 millones de habitantes que no pudieron adquirir con sus ingresos la canasta básica total.
La pobreza fue del 36,5% al cabo de la primera mitad del 2022, mientras que la indigencia alcanzó a 8,8 por ciento
Para el especialista Leopoldo Tornarolli, del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), de la Universidad de La Plata, su proyección de pobreza para el segundo semestre de 2022 “se va a ubicar en las cercanías del 40%”, estimó en diálogo con Infobae. “Sería el tercer semestre consecutivo de suba”, estimó.
Por su parte, Martín González Rozada, de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), aseguró que los últimos datos del año pasado “sugieren que la tasa de pobreza del tercer trimestre sería un piso para la que se registraría en el cuarto y muy probablemente la incidencia de la pobreza que informe el INDEC sea de alrededor del 40%”, proyectó.
Entre las razones que explican ese número final para 2022, González Rozada detalló cómo fue el comportamiento de los números decisivos para el índice de pobreza durante el tercer y cuarto trimestres.
“Sabemos que durante el tercer trimestre de 2022 la canasta básica total aumentó interanualmente un 74% y este aumento fue parcialmente compensado con un aumento de los ingresos totales familiares relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que en ese trimestre incluyen el aguinaldo. Esto significó una tasa de pobreza para el tercer trimestre de alrededor del 37,7%”, agregó el economista.
Y “durante el cuarto trimestre del 2022 la situación empeoró con la CBT aumentando a un ritmo anual del 97% y los ingresos familiares aumentando a un ritmo bastante menor”, sumó González Rozada.
Un informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), midió que la pobreza aumentó en 2022 en relación con el año anterior, y que en ese sentido terminó en 43,1%, mientras en 2021 había sido de 42,4% de la población. Un efecto contrario hubo en la indigencia: decreció desde 9% hasta 8,1%, según su medición.
La pobreza aumentó en 2022 en relación con el año anterior, y terminó en 43,1%, mientras en 2021 había sido de 42,4% de la población (OSDA UCA)
“Esto también se refleja en los indicadores de inseguridad alimentaria moderada y severa, los cuales han tenido a caer en marco de una mayor asistencia social y aumento del empleo informal. Detrás de este proceso, se registran aumentos significativos en la cantidad de percepciones y/o perceptores en los hogares, tanto laborales como no laborales, fundamentalmente en los segmentos sociales bajos y muy bajos”, aseguró en su informe.
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