Los aumentos de la carne vacuna fueron inferiores a los de la inflación general durante enero, ya que variaron un 4,4% frente a un 6% del índice de precios, que llegó al 6,8% en el caso de “alimentos y bebidas no alcohólicas”, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Por lo tanto, la carne no influyó en la mayor inflación del primer mes del año y el repunte del valor de la hacienda de las últimas semanas recién impactará en la estadística de febrero. Así lo analizó el economista jefe del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón.
El dato de la inflación se conoció este martes, luego de que el Gobierno lanzara “Precios Justos Carne”, con diversas medidas para enfrentar la suba de este alimento que se dio en los últimos días.
El abanico de anuncios incluyó un acuerdo con exportadores para aumentar la oferta de 7 cortes a precios diferenciales en grandes superficies comerciales, con un flujo total estimado de 15.000 toneladas mensuales, hasta el reintegro del 10% de las compras de carnes realizadas con tarjetas de débito, además de otras acciones que apuntan a incentivar la oferta de los feedlots.
“Será el índice de precios de febrero el que capture la suba de precios observada en las últimas semanas de enero y las primeras de febrero en los precios de la carne; y es justamente esta inflación de las últimas semanas la que explica el lanzamiento por parte del Gobierno de un programa de contención de precios, que, dicho sea de paso, luce a bastante poco”, afirmó Garzón.
Para tener idea de la magnitud, de acuerdo a relevamientos propios en supermercados, la carne bovina habría subido un 30% entre la tercera semana de enero y lo que va de febrero, mientras que la hacienda lleva un acumulado del 50% en lo que va del año, según ejemplificó.
Garzón puntualizó que los precios, tanto de la hacienda como de la carne, están “recuperando lo perdido” en el segundo semestre del 2022 y volviendo a valores que son, en perspectiva histórica, elevados, superiores a los promedios”, consideró.
Sobre eso, acotó: “Resulta difícil y arriesgado pronosticar cuánto carretel más le queda a este reacomodamiento de precios de la carne. Un dato no menor es que hasta el momento han crecido más los precios de la hacienda que los de la carne, y la historia muestra que en algún momento esos ajustes se nivelan”.
Por otro lado, Garzón comentó que, tomando la primera semana de febrero, los valores de carne bovina en supermercados de Argentina se ubicaban entre 10% y 15% por debajo de los que hay en Uruguay en cortes similares, cuando “históricamente nuestros precios no han estado muy lejanos a los de nuestro vecino”.
En ese sentido, resaltó que la dinámica de las cotizaciones depende de la respuesta de varios actores, como productores, exportadores y consumidores.
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