El embajador argentino Daniel Scioli se reunió con el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, y el flamante canciller de ese país, Mauro Vieira. Todas las gestiones apuntan a sellar en la próxima visita del presidente Lula da Silva un acuerdo de integración para acelerar el comercio y el financiamiento. Bajo ese paraguas se podría concretar el crédito para un nuevo tramo del gasoducto Néstor Kirchner y también una moneda común para las importaciones y exportaciones. En ese marco, se tramitaría también un swap para reforzar las reservas del Banco Central. La visita oficial comenzará el 23 de este mes en el marco de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que se celebrará en Buenos Aires.
Alejar la restricción externa es por estas horas una de las prioridades del equipo económico. Es que para solventar el crecimiento de 3% proyectado en el presupuesto 2023 se necesitan dólares, que hoy no abundan en las reservas del Banco Central. El cambio de signo político en Brasil podría abrir una nueva ventana de oportunidad para mejorar el flujo del comercio e incluso para obtener financiamiento, algo prácticamente cerrado para Argentina en este momento.
Uno de los temas centrales en la agenda fue “avanzar en un acuerdo de integración profunda entre la Argentina y Brasil que podrían firmar Lula da Silva y Alberto Fernández en ocasión de la próxima visita del presidente de Brasil a la Argentina con motivo de la reunión de la CELAC el 23 de enero en Buenos Aires”.
De acuerdo a lo que pudo averiguar este medio, entre los puntos salientes de ese acuerdo se destaca “un esquema de financiamiento y de compensación del comercio a 180 días para aumentar el intercambio comercial con Brasil”. La iniciativa se daría también dentro del marco del sistema de moneda común, o de pago con monedas locales, como este medio anticipó semanas atrás. “El objetivo es exportar más y cuidar las reservas de ambos países”, resaltó uno de los participantes del encuentro.
Otro de los proyectos relevantes que estaría bajo el paraguas del convenio es el financiamiento por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil, para la segunda etapa del gasoducto Néstor Kirchner. Lo que implicaría la posibilidad de exportar gas desde Vaca Muerta y según detallan en la diplomacia argentina: “equilibrar nuestra balanza comercial”. Para Brasil, traería la posibilidad de comprar gas a precios más competitivos, lo que a su vez fomentaría las industrias del sur del país.
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