La inflación en alimentos rondaría en diciembre entre 3% y 3,5% y contribuye a que el índice general del último mes del año se ubique más cerca del 5% que del 6%, lo cual es recibido con alivio por el Gobierno tras una semana marcada por la fuerte suba del dólar blue.
El número surge tanto de las consultoras privadas que relevan precios en las principales cadenas de supermercados, como de las proyecciones de la Secretaría de Comercio, donde rige, a través de Precios Justos, el congelamiento de 1800 productos hasta fines de febrero.
En el Ejecutivo confían en que el IPC de diciembre será similar al de noviembre (4,9%) y que el temido escenario de una inflación interanual en tres dígitos podrá ser evitado. Y los alimentos juegan un rol preponderante en esa proyección.
En su último informe, la consultora LCG destacó que la inflación promedio mensual para el rubro cerró en 3,3%, y 3,5% punta a punta en el mismo período, “incluso por debajo del valor observado en noviembre”, mencionaron.
Según el análisis, el índice de alimentos y bebidas tuvo un incremento de 0,8% en la última semana del año, acelerando 0,6% respecto de la anterior. En tanto, el mes promedió una inflación en el rubro del 0,9% semanal, “levemente por encima del comportamiento observado en noviembre”.
Desde LCG mencionaron que, durante la cuarta semana de diciembre, el porcentaje de productos con aumentos de precio se mantuvo en torno al 13% de la canasta, “retrayendo el promedio del mes a un 20%”.
La carne y las verduras sostienen la desaceleración del precio de los alimentos
La mayoría de los analistas privados sostienen que hubo una desaceleración del precio de los alimentos en las últimas tres semanas, y que este escenario se explica a partir de los mínimos aumentos de la carne -como consecuencia de la sequía y la suba del costo del engorde, más una baja en el precio internacional-, las bajas en las verduras y movimientos que no superaron el 4% en los productos empaquetados debido a Precios Justos.
No obstante, la semana anterior, LCG había planteado un horizonte desalentador en cuanto al éxito de los acuerdos de precios firmados entre el Gobierno y las empresas.
“No somos optimistas. En el mejor de los casos, podrá tener un efecto sólo por unos meses. Sin un cambio de expectativas, y con precios relativos por corregirse, la inflación volverá a acelerarse más temprano que tarde”, advirtieron.
A su vez, remarcaron que “la moderación registrada en alimentos durante noviembre y en las primeras semanas de diciembre coincide con la implementación del programa, pero también con una caída relativa del precio de la carne a partir de un aumento sensible en la oferta por la creciente liquidación de cabezas a causa de la sequía”.
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