Luego de conocerse la inflación de noviembre, el ministro de Economía Sergio Massa se mostró "conforme con el recorrido hacia la baja que viene cumpliendo", aunque indicó que "el número sigue siendo alto para la recuperación del poder de compra de los argentinos".
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 4,9%, es decir, que bajó un 1,4% respecto de octubre. De esta manera, la cifra oficial se despegó notablemente de las proyecciones de consultoras privadas.
Ahora bien, cuáles son los factores que llevaron a la desaceleración de los precios. La respuesta es que hubo una combinación de medidas que empujaron la baja de la inflación.
¿Por qué bajó la inflación?
Se suspendió el financiamiento por emisión desde que Sergio Massa asumió como superministro.
Cerca del titular de la cartera, subrayan como relevante el ordenamiento fiscal, al reducir de 12,4% el déficit fiscal que encontraron en agosto al 2,5% que confían, se registrará al cierre de 2022, cumpliendo con la pauta comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estos recortes permitieron cortar la emisión para financiar el rojo fiscal, una de las principales razones de la suba de precios.
No obstante, esta política tiene como contrapartida la necesidad de aumentar la tasa de interés en las colocaciones de deuda en pesos para conseguir los fondos que cubran el desequilibrio. De hecho, en la última licitación los rendimientos ofrecidos llegaron al 120%.
Se pasó a una política de tasas positivas.
Se está recuperando el interés y la demanda de pesos con base en volver a tener un sendero de tasa positiva. Es decir, que la tasa actual sigue siendo beneficiosa para sacar el peso del consumo y se siga dando una tasa de interés positiva.
Se ordenaron las reservas que pasaron de negativas (-426) a positivas (+7000).
Tras la fuga de dólares y el rojo absoluto de las reservas, se logró obtener una tasa positiva, lo que da calma relativa.
"Estamos recuperando las reservas. Estamos cerrando el año superando los más de 7.000 millones de dólares de reservas disponibles y además con 5.000 millones de dólares adicionales disponibles para lo que es operaciones con China a partir del swap", señaló Massa.
Se ordenó la relación y los desembolsos de con el FMI, el BID y el Banco Mundial.
En los últimos tres meses, se logró ordenar en términos de bilaterales, en términos de financiamiento de organismos financieros internacionales, la relación y el ritmo de desembolsos, tanto con el BID, el Banco Mundial y el FMI.
Desde el Ministerio de Economía analizaron: "Nos permitió ordenar las tres revisiones que teníamos pendientes. También con el Banco Europeo. El cierre con el Club de París nos permite para el 2023 trabajar financiamiento adicional de los organismos de crédito europeos e individuales con cada uno de los países".
Se implementó un nuevo régimen de comercio exterior controlando la fuga de dólares por las SIMIS.
Los funcionarios de Economía también consideraron esencial la implementación del nuevo régimen de importaciones, dado que ordenó las aprobaciones y evitó una sangría de dólares para la compra de productos o insumos que no son prioridad para el aparato productivo.
Se puso en marcha un programa de precios.
Se trabajó en acuerdos que tienen la particularidad de que van desde la fijación de precios de 2.000 productos en lo que representa casi el 70% del consumo masivo de la gente. Además, en 43.000 y pico de productos que van desde combustibles, medicamentos hasta los insumos difundidos, se diseñó un sendero de precios.
"Los acuerdos nos permiten dar orden y previsibilidad tanto en materia de disponibilidad de dólares para quienes producen en la Argentina y necesitan importación de bienes intermedios o de insumos, como para lo que tiene que ver con los bienes terminados en término de las necesidades de producción", indicaron fuentes cercanas a Massa.