El dólar blue volvió a subir y se vivió una nueva jornada de tensión cambiaria. Ayer aumentó $16 en un día y cerró a $317 para la venta. La magnitud de la situación se acrecienta si se tiene en cuenta, además, que la divisa paralela se incrementó $80 en los 20 días que va de julio. En este contexto, el Gobierno intenta calmar a los mercados y minimizar el impacto de la suba.
Las declaraciones de los funcionarios, sin embargo, arrojan más dudas. “Para los que están preocupados, quiero que sepan: ni la obra pública ni la vivienda se van a paralizar por nada”, señaló este miércoles el Presidente, Alberto Fernández. A las pocas horas el billete paralelo se disparó y tocó un máximo de $318.
El mandatario también criticó el pasado lunes a los turistas y especuladores: “Hacen subir el dólar blue y el contado con liquidación y nos intranquiliza”. Fernández reconoció que la Argentina atraviesa “momentos complejos”, pero aseguró que debe “luchar contra los que especulan”.
En este delicado contexto, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, aseguró que desde el Gobierno Nacional creen “efectivamente que el dólar blue no tiene impacto en la economía real”.
En este panorama, el Gobierno enfrenta la segunda parte del 2022 con una fuerte incertidumbre. La escalada del dólar blue, la inflación de julio -que se espera por encima del 6%- y la tensión social condicionan el plan de Silvina Batakis, que tendrá nuevos anuncios hoy.
Por eso, el mes de agosto se presenta particularmente crítico porque se trata de un período de frío en el que se deberá continuar con la importación de gas, pero las cuentas públicas -expresaron cerca de Batakis a este medio- no estarían en condiciones de hacer frente a esas erogaciones. La compra de energía -básicamente de gas licuado- es uno de los grandes agujeros por el que se escapan los dólares: unos US$2000 millones mensuales.
Este año, a la escasez de gasoil se sumó la disparada de los precios internacionales de los commodities. Eso implica que por la importación de menos cantidad de barcos de Gas Natural Licuado (GNL) que en 2021, este año ya triplica la salida de divisas.
En todo el sector energético, las proyecciones indican que la balanza 2022 resultará deficitaria para la Argentina en unos US$5000 millones, la más alta en ocho años. De acuerdo con las proyecciones del sector, las exportaciones rondarán los US$8000 millones, mientras por importaciones se prevé una salida de US$13.000 millones, principalmente por compras de gasoil (US$4623 millones) y GNL (US$4413 millones).
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