La última semana no fue buena para el ministro de Economía, Martín Guzmán: los fondos de inversión se desprendieron de bonos por $60.000 millones, con el impacto que eso tiene en la cotización del dólar alternativo.
Por eso la atención estará puesta en las dos licitaciones que encarará Economía. La del martes no es exigente: sólo se trata de renovar un vencimiento de $11.000 millones. Pero antes de fin de mes vencen otros $600.000 millones.
La consultora 1816 estima que la sangría parará pero los fondos serán más renuentes a comprar bonos. El mercado tiene dudas sobre la capacidad de pago del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Esta semana esos fondos vendieron el 10 por ciento de bonos CER -atados a la inflación- que tenían en sus carteras. Aproximadamente son $60.000 millones”, explica Ignacio Olivera Doll, periodista y economista.
En los últimos días se instaló el rumor de una posible restructuración de los bonos ajustables por CER, que se convirtieron en una muy preocupante masa de deuda en pesos.
Un reperfilamiento, negado por Guzmán, que podría llegar después de las elecciones de 2023 (que afectaría a los bonos más largos) o mucho antes, dicen esas versiones.
En declaraciones periodísticas que hizo en la Cumbre de las Américas, Alberto Fernández le restó trascendencia a la corrida contra los bonos: lo atribuyó a necesidades de las empresas para cumplir sus obligaciones y afirmó que lo están monitoreando con Guzmán y el presidente del BCRA, Miguel Pesce. Antes, Guzmán había salido a culpar a la oposición de haber echado a circular rumores de reperfilamiento.
Las dudas parten del mismo oficialismo
Olvida el ministro que la oposición la tienen en el propio Gobierno. Durante la semana, él mismo y el Presidente criticaron a los empresarios y enviaron a Diputados el proyecto de renta inesperada. Los empresarios de AEA expresaron abiertamente sus dudas por la economía.
Matías Kulfas renunció culpando a Techint y a los funcionarios cristinistas de Energía de un acto de corrupción en torno al gasoducto de Vaca Muerta, aunque se desdijo cuando declaró como testigo ante el juez federal Rafecas. Y Cristina Kirchner siguió cuestionando a Federico Braun, malinterpretando intencionalmente lo que solo fue una ironía desafortunada. Todo desquicio tiene sus consecuencias.
Cualquiera sea el motivo, es un hecho que, primero, los fondos de inversión y, luego, los particulares, se desprendieron masivamente de esos títulos y el BCRA tuvo que salir a comprarlos, para ponerle piso a la caída y mantener el interés positivo en los títulos que permiten al Tesoro financiarse. Lo cual, a su vez, repercutió en alzas de las cotizaciones de los dólares financieros. El viernes, el contado con liquidación cerró arriba de los $227.
El Gobierno había dejado de ofrecer bonos cortos, por miedo a que el alza de la inflación lo obligue a emitir más. Pero a su vez el mercado quiere esos bonos a menos plazo porque teme un reperfilamiento.