La inflación no da descanso y la tarea de intentar proteger los ahorros del avance de la inflación, o al menos morigerar el impacto de la suba de precios en su capacidad de compra, se vuelve cada vez más difícil. Ni siquiera el dólar, ante la estabilidad de los tipos de cambio paralelos, ha sabido ser un refugio de corto plazo frente al ritmo de avance del nivel general de precios. Dos de los instrumentos minoristas más utilizados, el plazo fijo tradicional y el plazo fijo UVA, aparecen como alternativas de fácil utilización para percibir alguna clase de renta por los ahorros, pero arrojan distintos resultados.
La carrera, de buenas a primeras, aparece como difícil para el ahorrista minorista. La tasa que pagan los plazos fijos tradicionales está hoy en el 4% mensual, frente a un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril que alcanzó el 6% y que habría rondado el 5% en mayo. En el caso del plazo fijo UVA, mientras tanto, el rendimiento esperado dadas las expectativas de inflación está más cerca, en el 5,9% mensual, pero su plazo mínimo de 90 días hace más difícil su adopción.
La pregunta, entonces, es qué tanto vale la molestia de tomarse el trabajo de colocar un plazo fijo UVA a tres meses de plazo frente a la flexibilidad del tradicional.
"El plazo fijo UVA le está sacando una amplia ventaja al plazo fijo tradicional. En los últimos 3 meses el plazo fijo UVA rindió el 17,1% versus el 11,9% del plazo fijo tradicional”, señaló Salvador Di Stéfano en un informe.
Para calcular los resultados, el analista repasó la evolución reciente de la tasa de interés mínima que fija el Banco Central para plazos fijos tradicionales a 30 días. Por el compromiso con el FMI y la aceleración de la inflación, la entidad subió las tasas 5 veces durante este año, lo que hace que el rendimiento del plazo fijo no haya sido el mismo todos los meses.
La tasa de plazos fijos, en los últimos 12 meses, tuvo la siguiente evolución:
- Se ubicó en el 37% anual, desde el 31 de mayo de 2021 hasta el 5 de enero del 2022.
- En esa fecha pasó al 39% anual, este valor se modificó el 17 de febrero de 2022 que subió al 41,5% anual.
- Después, volvió a aumentar el 22 de marzo del 2022 y subió al 43,5% anual.
- El 13 de abril del 2022 aumentó al 46% anual.
- La última modificación fue el 12 de mayo que aumentó al 48% anual.
“En el mejor escenario y capitalizando intereses, si un año atrás realizaste un plazo fijo a 30 días, el resultado fue una tasa del 48,9% versus una inflación que estimamos en el 61% anual”, escribió Di Stéfano.
“Si realizaste un plazo fijo UVA a 90 días y lo fuiste renovando cada 3 meses, capitalizando intereses, el resultado te dio el 55,9% anual, también por debajo de la inflación del 61%, ya que el plazo fijo UVA toma la inflación por quincena y, por ende, hacia adelante, tiene un premio cuando la inflación comience a descender”, calculó el especialista.
Según los datos del analista, el plazo fijo UVA rindió el 10,7% en el trimestre junio-agosto 2021, muy parecido a lo que pagaba el plazo fijo tradicional. Lo mismo pasó en el trimestre siguiente, septiembre-noviembre 2021, en el que el plazo fijo UVA rindió el 9,5%, y en el trimestre diciembre-febrero, en el que el plazo fijo UVA rindió el 9,9%.
“La gran diferencia la vivimos en el último trimestre en donde el plazo fijo UVA rindió el 17,1%, sacándole una amplia ventaja al plazo fijo tradicional, que en tres meses rindió el 11,9%”, comentó.
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