En medio de la polémica que genera la apreciación del peso, la Argentina se convirtió en unos de los países más caros de la región. Es que en 2024, el tipo de cambio oficial subió 27,65%, mientras que la inflación de ese período fue del 117,8%. En ese contexto, tanto el valor promedio del café, como así también el de la leche y las gaseosas se ubican por encima de otros países de Latinoamérica. Hoy, tomar un café en un bar de la ciudad de Buenos Aires cuesta el equivalente a unos 3,5 dólares, contra los 1,5 dólares de Bogotá o San Pablo, o los 2,5 dólares que hay que pagar en Ciudad de México o Santiago de Chile, según el relevamiento de el diario español El País. Esto es, un 133,3% más caro frente a Colombia y Brasil, y un 40% respecto a Chile y México. "El dólar de ninguna manera está caro, no hay atraso cambiario", sentenció el presidente Javier Milei, al mismo tiempo que cargó contra los economistas que advierten por la apreciación cambiaria, particularmente contra Domingo Cavallo, a quien tildó de "impresentable" y apuntó que "este programa es mucho más exitoso que la convertibilidad".