El Banco Central debe acumular reservas en sus arcas en medio de una escalada inflacionaria, tensiones en la coalición de Gobierno y un panorama económico incierto a nivel mundial.
Gerry Rice, portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró la semana pasada que se están haciendo “buenos progresos” en la primera revisión del reciente acuerdo con el gobierno argentino por la reestructuración de deuda con el organismo por unos 44.000 millones de dólares.
Un punto fundamental en este acuerdo, pues constituye una de las pocas metas cuantitativas establecidas, es el del compromiso de incrementar las reservas netas del BCRA, además de reducir la inflación, achicar el déficit fiscal y eliminar subsidios, entre otros puntos.
Mayo es, sin duda, muy positivo para la participación cambiaria del Central. La entidad suma compras netas del orden de los USD 1.000 millones, en su mejor desempeño en un año, desde igual mes del 2021. Pero la compra de divisas en uno de los meses de mayor liquidación de exportaciones del agro es prácticamente la mitad que un año antes.
El acuerdo con el FMI fijó para el cierre de junio un objetivo USD 4.100 millones de incremento de las reservas netas -descontados el “swap” con China y depósitos privados, entre otros conceptos- respecto de su nivel de diciembre de 2021, cuando representaban unos USD 2.300 millones en base a la metodología del Fondo.
Las reservas netas según el FMI
Según el Manual de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional del FMI, las reservas internacionales de un país están constituidas por aquellos activos externos a disposición inmediata y bajo el control de las autoridades monetarias para satisfacer necesidades de financiamiento de la balanza de pagos, intervenir en los mercados cambiarios a fin de influir sobre el tipo de cambio, y para otros fines conexos, como el mantenimiento de la confianza en la moneda y la economía y servir como base para el endeudamiento externo.
El FMI considera que “los activos de reserva representan créditos específicos de las autoridades monetarias frente a no residentes”, a la vez que “forma parte integral del concepto de reservas internacionales el hecho de poder ‘disponer de ellas de inmediato’ y estar ‘bajo el control’ de las autoridades monetarias. Es decir, solo aquellos activos que satisfacen estos criterios pueden considerarse activos de reserva”. Además, “los activos de reserva comprenden el oro monetario, los Derechos Especiales de Giro (DEG), la posición de reserva en el FMI y otros activos”.
“Estimamos que las Reservas Internacionales Netas según definición con el FMI rozan los USD 3.700 millones, unos USD 2.700 millones debajo de la meta de junio. Quedan 25 días hábiles. Haría falta un aumento de más de USD 100 millones por día para lograr ese compromiso”, observaron los economistas de Aurum Valores.