El Gobierno comenzó a pensar en los pasos a seguir luego de que en diciembre finalice el Impuesto PAIS y a partir de 2025 haya un considerable abaratamiento del dólar tarjeta o turista, que rige para gastos de turismo en el exterior o para el pago de servicios de streaming. Las medidas dependen de cómo evolucione la brecha entre ese tipo de cambio y el financiero, en un momento en el que la apreciación del peso volvió a hacer más atractivo vacacionar en Brasil que dentro de la Argentina.
La premisa del Ministerio de Economía es que “no se van a rifar las reservas” del Banco Central (BCRA). Menos aún en el actual contexto de escasez de divisas que mantiene la entidad y de la continuidad del cepo para empresas que producen y/o invierten en la Argentina, más allá que en lo que va del año se relajaron muchas restricciones en el mercado cambiario.
El dólar tarjeta cotizó ayer en $1.625,60 y es el más caro que se encuentra en el mercado. Su precio surge de un recargo del 30% del Impuesto PAIS y el 30% restante corresponde a percepción de Ganancias o de Bienes Personales.
El 31 de diciembre finaliza la vigencia del Impuesto PAIS que se aplicó a este tipo de consumos desde 2020 para financiar la emergencia que se declaró en aquel momento. Sin ese tributo, el tipo de cambio para gastos en el exterior quedaría a precios de hoy en la zona de los $1.320,8 por dólar, por lo que se acercará más libre ($1.125) y del MEP ($1.127).
De todos modos, la diferencia todavía haría más ventajoso viajar con dólares propios que utilizar la tarjeta y así seguiría en caso de que los tipos de cambio paralelos sigan “convergiendo” al oficial, tal como espera que suceda el Gobierno. Aunque la practicidad de pasar el plástico y tener, luego, las siempre demoradas devoluciones de percepciones pueden volverse más atractivas.
Es ahí donde entra el análisis del Ministerio de Economía sobre el futuro del dólar turista. En concreto, si se acelera la salida de dólares a través de esa canilla habrá un encarecimiento de esa alternativa. Una de las opciones en danza era aplicar un recargo a partir de una percepción mayor de Ganancias o Bienes Personales, según publicó Infobae.
El proceso de apreciación del peso durante este primer año de la gestión de Javier Milei puso en escena nuevamente un fenómeno conocido por los argentinos: resulta más barato comprar reales para vacacionar en Río de Janeiro o hacerse de dólares para ir a Miami, Estados Unidos, que planificar el tradicional viaje a la Costa Atlántica u otros destinos locales.
No son pocos los analistas que advierten sobre la sostenibilidad de ese proceso, mientras que en el Gobierno aseguran que se profundizará en los próximos meses si el plan económico funciona tal como está previsto. Ayudarán la continuidad del dólar exportador y las intervenciones en los financieros, a costa de resignar reservas.
Según los últimos datos del BCRA, sobre gastos e ingresos por “viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta”, revelaron que entre enero y septiembre 2024 ingresaron USD 1.911 millones por los turistas extranjeros que visitaron a la Argentina, pero salieron del país USD 5.850 millones, producto de gastos de los argentinos en el resto del mundo.
El movimiento neto de divisas de la balanza turística fue deficitario en USD 3.939 millones. Es importante destacar que esta cuenta incluye tanto lo que sale por “dólar tarjeta” como los egresos por los tipos de cambio financieros.
La consultora Econviews apuntó que la cuenta de servicios mantiene el déficit y que serán claves en el futuro los niveles de tipo de cambio real. Ese indicador está en niveles similares a los de 2017, cuando la cuenta registró un déficit superior a los USD 10.000 millones.
Sin embargo, resaltaron que hay un factor que juega “a favor” de este Gobierno: “El salario medido al dólar tarjeta actualmente es la mitad de lo que era en esa época. Esta variable también guarda una relación cercana con el gasto en turismo. Acá la cuestión es si hay forma de financiar una demanda de dólares para viajes mucho mayor. Sabemos que el Banco Central no tiene reservas, entonces la única opción es la cuenta financiera. Algo puede soportar, pero la situación no parece que pueda ser como los primeros años de Macri”.
En el equipo económico de Milei rechazan realizar comparaciones sobre tipo de cambio real porque sostienen que no es correcto comparar distintos momentos y programas macroeconómicos. De hecho, sostienen, la apreciación continuará en los próximos meses de la mano de un peso que se volverá “escaso” y tipos de cambio paralelos que “caerán” a los niveles del oficial, una dinámica que en los últimos meses se volvió realidad.
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