Tras cuatro años de reclamos argentinos, el FMI concedió una reducción en las tasas y sobretasas que cobra a los países más endeudados. La medida no solamente beneficiará a la Argentina, sino también a otras naciones como Ucrania o Pakistán. El Gobierno lo celebró como un triunfo antes de la eventual renegociación del programa vigente, pero la historia de esta disminución se remonta a la pandemia. La decisión del FMI implica una baja de 36% en los costos de financiamiento para los países de ingresos medios, lo que equivale a unos US$1200 millones por año. “El número de países que se prevé que estarán sujetos a sobretasas en el ejercicio 2026 disminuirá de 20 a 13″, sostuvo la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva.
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