El Gobierno ratificó que el año próximo avanzará en una nueva baja de los subsidios estatales a las tarifas de los servicios públicos, a fin de que los usuarios se acerquen a pagar el precio pleno de la energía. Prevé obras para el transporte y la generación eléctrica, sobre todo de fuentes renovables. Y reafirmó que seguirá con la importación de gas para el invierno y con las actualizaciones de los impuestos a los combustibles, que impactarán en los precios finales de las naftas y el gasoil. Las referencias a los planes en materia energética para el próximo ejercicio están contenidas en varios apartados del mensaje que acompaña el proyecto que Javier Milei elevó al Congreso. Apunta a una reducción de 25% en las partidas de los gastos para la función Energía, Combustibles y Minería de los servicios económicos del Presupuesto. En ese sentido, se busca que los subsidios caigan al 0,85 del Producto Bruto Interno se resalta que la baja en la jerarquía del gasto que tiene la política energética entre los 10 programas presupuestarios de los últimos años, que pasa del 5% del PBI este año al 2% del producto en 2025. Así refuerza “la decisión de focalizar y hacer más eficiente la asignación en los subsidios energéticos, tanto este año (baja de 40% real interanual a julio) como en 2025, lo cual refleja a su vez el objetivo de reducir el nivel de intervención del Estado nacional en el mercado”. Según explicó Energía, Combustibles y Minería representa el 4,3% del gasto total de la Administración Nacional, e incluye las acciones destinadas al abastecimiento energético, la inversión en materia energética y el mejor aprovechamiento de los recursos energéticos y mineros.
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