Las tarjetas prepagas llegaron al mercado argentino de la mano de las billeteras virtuales. Focalizadas en un público que no tenía acceso a productos bancarios tradicionales, las empresas fintech desarrollaron las aplicaciones y empezaron a emitir estos plásticos a sus clientes para que ellos les carguen dinero y empiecen a usar -en muchos casos por primera vez- un medio de pago electrónico. La mayor necesidad que cubren esas propuestas es la de pagar compras online y servicios de streaming o juegos, ya que las personas que no estaban bancarizadas no tenían forma de acceder a esos consumos. También le permiten ir construyendo un historial crediticio a un público desatendido hasta ese momento. Hoy, no solamente las billeteras “tradicionales” ofrecen tarjetas prepagas, sino también las aplicaciones que permiten comprar criptomonedas. “Actualmente, tenemos un millón de tarjetas Visa Lemon emitidas en Argentina. Los usuarios la utilizan para pagar sus consumos en pesos o en criptomonedas en cualquier comercio del mundo y reciben un porcentaje de cashback en bitcoin por cada compra. También pueden retirar efectivo e incluso realizar sus consumos en cuotas”, explicaron desde la billetera cripto Lemon.
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