El ministro de Economía, Luis Caputo, busca que la baja del Impuesto PAIS del 17,5% actual al 7,5%, rija desde septiembre, en parte, con el objetivo de bajar la inflación por debajo del 4%, un piso que el mercado ve como difícil de perforar, pero no será el único impacto que esa medida tendrá en otras variables financieras, como la recaudación fiscal, las reservas del Banco Central (BCRA) y el dólar.
Sucede que, tal como explica Pedro Gaite, economista jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), "en términos de inflación, podría ser positivo si bajan los precios de los importados" y que es una medida que apunta a normalizar el funcionamiento de la economía, que considera un tema necesario, pero advierte que, "dada la cantidad de desequilibrios macroeconómicos que hay, su implementación puede ser perjudicial porque el problema es la sustentabilidad general de este régimen cambiario, principalmente, del "crawling" del 2%".
En igual sentido, el economista de Eco Go Lucio Garay Méndez indica que "sacar el impuesto PAIS es un gran paso hacia la normalización cambiaria y previo a sacar el cepo". Asimismo, comenta que existe la posibilidad de que bajen algunos precios, dado que el impuesto dejaría de ser pagado y eso es un empujón adicional hacia abajo que puede tener la inflación, por una caída en el valor de los importados. Sin embargo, advierte que representa un 5% de la recaudación y un mayor porcentaje de los ingresos de la Nación, por lo que, si los demás impuestos no se recuperan, el Gobierno se vería obligado a ajustar más aún el gasto público.
Impacto fiscal: ¿un contexto recesivo permite bajar el impuesto PAIS?
En ese sentido, Gaite señala que "el impacto más fuerte va a ser en recaudación porque el Impuesto PAIS representa un 6% de la recaudación total y quitarlo o reducirlo sería tensar más el plano fiscal en un contexto en el que se ve que vienen cayendo muy fuerte los impuestos ligados a la actividad económica".
Y es que, tal como señala Aldo Abram, director de Libertad y Progreso, "levantar el impuesto PAIS puede costarle al estado unos $2 billones y eso implicará una fuerte presión a la baja de la recaudación".
Asimismo, por el lado de los ingresos, hay una situación compleja porque la actividad está en un momento recesivo. En ese sentido, el economista y director de Epyca Consultores, Martín Kalos, señala que "el Gobierno demora la salida del impuesto PAIS porque esperando una recuperación de la recaudación por otra vía, pero el problema es que la actividad va a seguir deprimida en lo que compete al mercado interno".
Kalos señala que los únicos sectores que van a seguir creciendo son el agroexportador y el minero e hidrocarburífero. "En ese contexto, lo que va a pasar es que sea muy difícil compensar lo que va a dejar de recaudar con el impuesto PAIS, aunque algo del blanqueo y de la restitución de Ganancias y el impuesto a los combustibles van a ayudar a compensar", dice.