El gobierno de Javier Milei envió al Congreso un adelanto del Presupuesto 2025 en el que detalla las prioridades económicas para los próximos meses, así también como estimaciones respecto de la recaudación, el valor del dólar y el índice de inflación. Según el documento, el objetivo principal para el año que viene será mantener la estabilidad macroeconómica y continuar con la política de déficit cero. “Durante 2025 se plantea seguir en la senda de equilibrio fiscal para corregir definitivamente los desajustes y sostener las condiciones de estabilidad macroeconómica. Esto permitirá el despegue definitivo de las potencialidades productivas del país, generando un ambiente favorable para el incremento de la inversión privada, una mejora de la productividad y el crecimiento de la actividad, del empleo y los ingresos”, dice el texto. El Gobierno espera “fortalecer la eficacia y eficiencia del gasto público, haciendo énfasis en la reducción del gasto político y priorizando el sostenimiento de ingresos de los sectores más vulnerables”, según el documento. Milei y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, esperan que la recaudación de impuestos nacionales y de aportes y contribuciones a la seguridad social aumente “un 54,4% respecto a la proyectada para 2024, aunque se reducirá 0,45 puntos porcentuales del PIB respecto al año anterior. La presión tributaria, en tanto, pasará del 21,61% del PIB en 2024 al 21,16% en 2025. Este cambio, explican, responde al efecto neto de modificaciones en el contexto macroeconómico y de medidas de política y administración tributaria, destacándose la menor recaudación como consecuencia de la finalización de la vigencia del impuesto PAIS. Por otra parte, el Gobierno espera que se recaude un 62% más vía IVA por el repunte del consumo, mientras que Ganancias permitirá juntar un 467% más y Bienes Personales un 61%. La inflación se estima en 139,7%. El proyecto, que se remitirá al Congreso antes del 15 de septiembre planteará metas fiscales basadas en el mantenimiento de las políticas que “apuntalan la demanda agregada” y un “incremento de los recursos fiscales mediante el aumento de la actividad, del empleo y de los ingresos reales, dando sostenibilidad al crecimiento en un contexto de reducción del déficit fiscal”.
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