Tras casi seis años de inactividad en el mercado inmobiliario, la reciente introducción de nuevos créditos hipotecarios marcó una semana de revitalización en el sector. Con el Banco del Sol uniéndose como la cuarta entidad financiera en ofrecer estos préstamos, junto al Banco Hipotecario, Ciudad y Supervielle, se busca facilitar el acceso a la vivienda propia. En este contexto de renovado entusiasmo, ya hay más de 35.000 interesados registrados en las propuestas de estas entidades, tanto públicas como privadas. En el Banco Hipotecario recibieron 100.000 consultas y 25.300 interesados se registraron en solo 9 días. Mientras tanto, en el Banco Ciudad, la cifra de interesados supera los 8.000 en la última semana. La aparición de ofertas de créditos hipotecarios despierta tanto esperanza como dudas entre quienes aspiran a tener la vivienda propia, especialmente porque durante largo tiempo los salarios no acompañaron el ritmo de la inflación. Los beneficios que destaca el sector son: cuota baja vs crédito hipotecario tradicional: El que se ajusta en UVA tiene cuota inicial que en algunos casos llega a ser un tercio de la del un préstamo no ajustable a tasa de interés variable; más accesible: “Por la misma razón mencionada en el punto anterior, dado que al ser una cuota más baja y considerando que dicha cuota no puede superar en general el 25% del salario o del ingreso del grupo familiar, alcanzará con dos sueldos no muy altos para poder ser calificado”, dijo Daniel Bryn, de Monitor Inmobiliario y socio de Zipcode; si la inflación se modera, aumentará la capacidad de ahorro de una familia o persona; más plazo por ley si la inflación superara al del aumento de los ingresos del deudor, para no afectar la relación con la cuota. En situaciones donde la inflación exceda en más de 10 puntos el incremento salarial, los créditos UVA cuentan con una cláusula que permite al cliente solicitar al banco la extensión del plazo de financiación hasta el 25% del monto del préstamo; facilidades para cuentas sueldo: Varias entidades bancarias ofrecen tasas bonificadas con el objetivo de fidelizar a sus clientes y tasas de interés más accesibles: “En períodos de nula inflación, la cuota se ajusta puramente por el cargo que oscila entre 3% y 8% anual. Esto brinda una seguridad al prestatario, ya que se consideran bajos incluso en mercados internacionales altamente competitivos”, comentó Santiago Ramos, de Vizora Desarrollos Inmobiliarios. Y las desventajas que encuentra el sector son: incertidumbre: El valor de cada cuota y del capital se actualiza con la inflación. El de la UVA se actualiza mensualmente con el índice CER, en contraste con el crédito tradicional de tasa fija, en donde desde el principio se sabe que cuota se va a pagar durante todo el período; deben disponerse ahorros iniciales, ya que los bancos no financian el 100% del valor de la propiedad. Es necesario tener entre 25% y 30% del valor de la vivienda, más un extra para gastos de escritura y comisión inmobiliaria. Bryn recomendó: “Si se va a tomar un crédito UVA, hay que tener en cuenta que en algunos años el salario podría subir menos que la inflación, en este caso, la cuota pasará a representar una mayor parte del ingreso”. Y límite de edad: Cuánto más largo es el plazo del crédito, menos años puede tener como máximo el solicitante, porque los bancos apuestan a que el crédito esté cancelado antes de que el tomador cumpla los 65 años, que es la edad a la puede jubilarse. Históricamente, el sector inmobiliario fue un refugio para inversiones a largo plazo, y el contexto actual se considera ideal para invertir en este ámbito.
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