La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) confirmó un acuerdo en las remuneraciones sectoriales. La Resolución 274/2023, resultado de negociaciones en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), estableció un aumento del 55% acumulativo que se aplicará de manera escalonada a partir de noviembre.
En ese sentido, José Voytenco, secretario general de la UATRE, enfatizó que este incremento se implementará progresivamente, considerando un salario base mensual de $226.802,59.
A partir de noviembre, el gremio confirmó que habrá aumentos remunerativos progresivos durante los meses siguientes. En noviembre se incrementará un 15%, alcanzando un salario mínimo de $260,822.98. En diciembre, el incremento será del 13%, estableciendo un piso de $294,729.97. Para enero del próximo año, se sumará otro 13%, elevando el salario mínimo a $333,044.86. Finalmente, en febrero, habrá un aumento del 14%, estableciendo el mínimo en $379,671.14.
El secretario general de la UATRE destacó el éxito de la gestión en la recomposición salarial, superando obstáculos y diferencias en la CNTA mediante un enfoque basado en la gestión y el diálogo.
En palabras de Voytenco: “Hemos logrado recomponer los salarios de los trabajadores. Esta tarea fue ardua debido a las posiciones antagónicas en la CNTA, pero gracias a una gestión eficiente y al diálogo, pudimos superarlas”.
Además, agregó: “La situación inflacionaria nos obliga a realizar aumentos permanentes para preservar el poder adquisitivo. Ya hemos establecido una cláusula para revisar los salarios en febrero del próximo año. Quiero asegurar a todos los compañeros y compañeras que seguiremos trabajando para mejorar sus ingresos”.
Por último, el acuerdo refleja el critico escenario inflacionario y el impacto sobre el salario. En esta situación, desde UATRE afirmaron que buscan velar por los derechos e intereses de los trabajadores del campo, reconociendo su labor esencial en la producción agropecuaria.
Reflejaron que “este aumento salarial representa un paso para mejorar las condiciones de vida de los empleados rurales y contribuir al desarrollo sostenible del sector agrario argentino. La implementación gradual del aumento marca una transición fluida para los trabajadores y empleadores, en pos de fomentar un ambiente laboral más equitativo y justo en el ámbito rural”.