A menos de cinco días para las elecciones presidenciales, el Gobierno buscará por todas las vías descomprimir la presión sobre los dólares paralelos. Durante el fin de semana, el ministro de Economía Sergio Massa se reunió con parte de su equipo para coordinar el accionar. Desde el Palacio de Hacienda anticiparon a Ámbito que se viene una semana cargada de operativos en las cuevas de la City Porteña. Un refuerzo para las reservas, la estrategia para los financieros y el cerco al blue mientras Comercio monitorea la variable más sensible: los precios.
“Cuatro finales”, así definió a las ruedas que restan hasta la votación de este domingo un integrante del equipo económico que habitualmente elige las metáforas futboleras para describir los desafíos de la gestión. Las jornadas de tensa calma del miércoles y jueves, más los feriados del viernes y el lunes fueron agua en el desierto. Aunque nada de esto evita que a partir de este martes la tensión se reanude.
A pesar de las iniciativas que apuntan a incentivar la liquidación de soja, minerales, productos de las economías regionales y las PyMES, en lo que va del mes, el Banco Central vendió en el mercado oficial más de u$s600 millones. “Está todo parado. Siempre pasa en escenario preelectoral, pero ahora que un candidato dice que el peso no vale nada, es mucho peor”, sintetizó un importante referente del sector agroindustrial.
Esa sangría de divisas no contempla los dólares que la entidad monetaria utilizó para intervenir en las cotizaciones implícitas de los financieros. Consultores y economistas coinciden en que contemplando esa vía la cifra sería muy superior, aunque hay divergencia en la magnitud del fenómeno. Desde el Gobierno esperan que el resultado del domingo ayude a resetear las expectativas y llevar cierta normalidad al mercado cambiario, hasta tanto: resistencia.
Antes de que se conozca el desempeño electoral de cada candidato, este miércoles desde Beijing el presidente Alberto Fernández anunciará la puesta en marcha del segundo tramo del swap con China. Esto le permitirá al Banco Central disponer de u$s5.000 millones más para importaciones y para convertir e intervenir en el mercado financiero cuya operatoria se vio acotada por las últimas regulaciones que dispuso la Comisión Nacional de Valores para grandes inversores extranjeros.
¿Y el dólar blue?
En términos mediáticos el dólar blue es el que marca la agenda. Cada vez que se dispara enciende las alarmas en importadores y comerciantes que desatan una nueva ola de remarcaciones preventivas. Es un mercado ilegal en el que el Gobierno no puede intervenir. Al menos no de forma directa. Aunque tiene opciones alternativas, como el despliegue de agentes de la AFIP y Aduana que se vio en los últimos días en la City porteña y que hizo perforar el piso de los $1.000 a la divisa paralela.
Una alta fuente del Palacio de Hacienda anticipó a este medio que durante esta semana “se vienen más allanamientos y operativos”. Tal vez por eso no llamó la atención que Massa convoque a una reunión el domingo día de la madre a funcionarios de la AFIP y la Aduana. Con estas acciones no solo se busca desarticular las operaciones puntuales, sino también generar “percepción de riesgo” sobre conductas que consideran “especulativas”.
En cualquier caso, la presión hacia los “cueveros” continuará. En el Gobierno consideran irracional la brecha entre el dólar informal y los financieros que se mantuvo por varios días en torno al 20%. Dejaron trascender que incluso podrían avanzar con nuevos pedidos de detención. Un cerco que se estrechará cada vez que la presión cambiaria se incremente.
La pulseada de los precios
A todo esto, nadie se olvida de la variable más sensible en las corridas: los precios. Desde la Secretaria de Comercio desmintieron a este medio de forma rotunda las versiones que indican que la principal marca de gaseosas aumentará un 35% sus precios después de las elecciones: “Totalmente falso”, dijeron. Desde la empresa multinacional también aclararon que nunca se envió un mensaje de ese tipo.
En esa línea, en el despacho de Matías Tombolini aseguran que por el momento no se encontraron con incrementos por fuera de lo habitual. Aunque el titular de la AFIP ya advirtió en Radio 10 que a quienes no cumplan con las pautas de incremento acordadas con Economía se les quitarán los beneficios impositivos otorgados después de la devaluación de agosto.
El comunicado que envió a sus clientes un importador de café es entonces una señal de alerta. “Ante la imposibilidad de acceder al dólar oficial nos vemos obligados a comercializar contra pago de transferencia en dólares que ustedes podrán obtener en el MEP”, dice el texto que circuló por WhatsApp desde fines de la semana pasada. Los precios son otra cara de la moneda que Massa no podrá desatender para mantenerse competitivo en el camino hacia la Casa Rosada.