A partir de la suba de la tasa de interés marcada por el Banco Central, economistas analizan su rendimiento frente a una inflación que aseguran seguirá creciendo. Aunque resaltan la baja en el stock de plazos fijos desde las PASO, no rechazan la conveniencia de la nueva tasa mensual del 11%.
El Directorio del Banco Central (BCRA) decidió aumentar la tasa de política monetaria de 118% a 133%. La decisión estuvo marcada por rispideces respecto de cómo y en qué cuantía responder al 12,7% de inflación de septiembre y la corrida cambiaria, a la que Javier Milei le quitó el techo con sus declaraciones sobre no renovar plazos fijos. En ese contexto, economistas advierten por una caída real del 20% del stock de este instrumento tras las PASO y mantienen opiniones divididas sobre su elección pese al incremento aplicado.
Las actualizaciones determinadas por el organismo dirigido por Miguel Pesce recaen sobre el rendimiento de las Leliq a 28 días y los plazos fijos a 30 días de hasta $30 millones. Esta vez, el BCRA no compartió en su comunicado oficial la suba de la tasa efectiva anual, que según cálculos privados se ubicará en 254,5% para las Leliq y 253,3% para los plazos fijos. Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima efectiva mensual garantizada se establece en 126%.
El plazo fijo mantendrá, hasta nuevo aviso, una tasa efectiva mensual de 11%. La intención del BCRA es alinear las expectativas inflacionarias en una tendencia decreciente. Sin embargo, para Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, “es muy difícil que en octubre, con la aceleración en los dólares financieros y todavía con el interrogante post electoral, la inflación sea menor al 12%”. Ayer, el INDEC dio a conocer el IPC de septiembre, marcado por el “efecto arrastre” de la devaluación de agosto: 12,7% a nivel interanual y 138,3% a nivel interanual.
En ese sentido, el economista no ve con claridad que se generen incentivos suficientes para colocar los pesos en plazo fijo. “Hay muchos incentivos a dolarizarse, por más que se ponga una tasa de interés real muy positiva, de todas formas puede ser que el mercado se dolarice porque tenemos como posible ganador de las elecciones a un candidato que intentará dolarizar”, sostiene. De todos modos, reconoce que las propuestas del candidato por La Libertad Avanza (LLA) “generan más incertidumbre” que la situación actual. Durante la última jornada previa al feriado, el dólar blue bajó hasta los $980, en tanto el CCL subió a $975, 19 y el MEP lo mismo a $870,09.
Bajo este panorama, los economistas consultados por Ámbito observan un notable desarme de posiciones en pesos, aunque de momento no resulta alarmante. “En septiembre los plazos fijos cayeron fuerte, y los que más cayeron fueron los minoristas. Eso quiere decir que el pequeño ahorrista está sacando la plata de los plazos fijos y gran parte va al dólar”, resalta Caprarulo.
Federico Machado Busani, economista del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN), otorga precisión sobre este movimiento financiero: “Desde las PASO que el stock de depósitos a plazo fijo cayó prácticamente un 20% en términos reales” asegura, pero aclara que tuvo como contrapartida un aumento de los depósitos en caja de ahorro y cuenta corriente. “Esto sucede porque las personas no retiran el efectivo para guardarlos, sino que lo utilizan para comprar otro activo (por ejemplo, dólar) y la persona que le vende devuelve esos pesos al sistema, pero a menor plazo”, explica el especialista.
Para el economista Joel Lupieri, la falta de previsibilidad cambiaria no ayuda a mitigar el ruido dentro del mercado, así como tampoco los comunicados del BCRA y las cámaras bancarias referidos a la sanidad y fortaleza del sistema financiero.
Sin embargo, para ambos especialistas la inversión en plazo fijo no deja de ser una opción considerable. Machado Busani hace cálculos y concluye que, con una tasa mensual del 11%, el dólar paralelo debería alcanzar los $1200 a mitad de diciembre para empatar al plazo fijo. Por su parte, para Lupieri mantenerse en pesos con esta tasa puede ser recomendable “para los inversores más adeptos al riesgo”. Ambos entienden que la coyuntura está sujeta a la proximidad de las elecciones y pondera la opción de dolarizarse. De todos modos, Lupieri considera que, en caso de un triunfo massista, la baja del déficit, disminución o congelamiento de la emisión, y reordenamiento tributario debieran ser los pilares de un plan de estabilización.
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