Los ahorristas argentinos tienen experiencia en enfrentar la incertidumbre electoral y resguardar su capital. La contracara de la dolarización que impulsa a las cotizaciones paralelas de la divisa es la huida de todos instrumentos en pesos.
Entre ellos, el más tradicional es el plazo fijo. Ya sea en la versión clásica, con tasa prepactada a un plazo mínimo de 30 días, o en la que ajusta por inflación, los depósitos bancarios son una de las herramientas preferidas de los clientes minoristas.
Sin embargo, el stock de plazos fijos en el sistema bancario ya se mueve al ritmo de las elecciones y en las últimas semanas empezó a caer, teniendo en cuenta que cualquier depósito constituido después del 20 de septiembre vencerá después de las elecciones generales. Según los datos oficiales, precisamente, el saldo de plazos fijos tuvo un pico mensual el 20 de septiembre. Desde ese día y hasta fin del mes pasado, retrocedió $173.882 millones.
“Los plazos fijos mayoristas pasaron de crecer encima del 10% (versus el stock de 30 días atrás) a mediados de septiembre, a crecer 5% nominal en las últimas ruedas (muy por debajo de la inflación y de la tasa de interés), mientras que los minoristas vienen cayendo en términos nominales desde comienzos de septiembre”, apuntó Equilibra.
En un banco reconocieron la tendencia y dijeron que es más visible en los depósitos de las empresas: “Notamos es que en las últimas tres semanas, en general, el porcentaje de renovación está cayendo. Yendo a lo particular, personas físicas viene disminuyendo, pero más estable que en las personas jurídicas donde se ve claramente cómo están desarmando plazos fijos”.
Una tasa que no alcanza
Los rescates afectaron a la evolución general de los depósitos durante el mes pasado. “Las colocaciones a plazo cayeron 6,4% mensual real en septiembre. Los mayoristas tuvieron una baja del 5,4% mensual real, mientras que los minoristas acentuaron la caída con un 13% mensual real. En términos anuales, las colocaciones a plazo caen al 1,8% real después de 22 meses de variaciones positivas”, analizó la consultora LCG.
La tasa de los plazos fijos minoristas se mantiene en 118% nominal anual desde el lunes posterior a las PASO y es todavía inferior para el resto de los clientes. Ese rendimiento se traduce en menos de 10% mensual y, por lo tanto, se queda corto para competir contra una inflación que llegó a 12,4% en agosto y se proyecta en torno al 11% para septiembre.
En ese contexto, la tasa no resulta atractiva para los ahorristas en comparación con los precios y tampoco contra el dólar blue, que subió 33,6% en agosto, otro 8,8% en septiembre y sigue en alza en lo que va de octubre.