La actividad económica tuvo en junio una caída de 0,2% en comparación con el mes anterior y de 4,4% de manera interanual. Así, en términos mensuales la economía tuvo su cuarto retroceso de manera consecutiva. En los primeros seis meses del año, de forma acumulada, el ritmo de la actividad fue casi 2 por ciento menor al lapso enero-junio de 2022, de acuerdo a información del Indec publicada ayer.
Al analizarlo por sectores, se observa que el agro sigue siendo el rubro de la producción con peores números por impacto de la sequía: Agricultura, ganadería, caza y silvicultura tuvo entonces un desplome de 40% en comparación con junio del año pasado, el segundo número más crítico en lo que va del año. Mayo, sin ir más lejos, había marcado la peor cifra, con -44 por ciento.
En la caída le siguieron Electricidad, gas y agua (-7%), Impuestos netos de subsidios (-5,1%), Industria manufacturera (-3,6%), Transporte y comunicaciones (-3%), Intermediación financiera (-1,2 por ciento). Por otra parte, entre los rubros que todavía tienen cifras positivas en junio estuvieron Hoteles y restaurantes (8,8%), Explotación de minas y canteras (7,9%), Pesca (3,1%), Enseñanza (2,4%), Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria (2,3%), Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (2,1%), Construcción (1,8%) y Comercio (1,6 por ciento).
Agricultura, ganadería, caza y silvicultura tuvo entonces un desplome de 40% en comparación con junio del año pasado, el segundo número más crítico en lo que va del año. Mayo, sin ir más lejos, había marcado la peor cifra, con -44 por ciento
Informes privados en las últimas semanas habían reflejado cuál había sido la situación de la actividad económica en la primera mitad del año. La consultora Orlando Ferreres hizo una primera estimación del nivel de actividad general. “Registró una caída de 4,4% interanual en junio, acumulando para el primer semestre una contracción de 1,3 por ciento. Por su parte, la medición desestacionalizada registró una baja de 0,5% respecto al mes precedente”, había calculado.
“El arrastre negativo lo explican desde luego los números que está registrando la actividad agrícola; tanto es así que con excepción del agro, todos los sectores de la actividad anotaron una variación anual superior al nivel general. De todas maneras la industria y el comercio también muestran en junio una aceleración en la contracción de su actividad, reflejando el enfriamiento general de la marcha económica”, concluyeron.
Por su lado, LCG había estimado que “sectores clave como Industria y Construcción se contrajeron 1,3% y 1,5% mensual desestacionalizado, respectivamente. En contraposición, indicadores del consumo tuvieron un comportamiento dispar: IVA DGI y Préstamos con tarjeta de crédito crecieron 6% y 1% mensual desestacionalizado, mientras que la importación de bienes de consumo se contrajo un 3% mensual. Por su parte, la actividad del consumo minorista (CAME) marcó una suba leve de 0,3% mensual. En síntesis, esperamos que en junio la actividad económica continúe con la dinámica contractiva, en torno a un 0,5% mensual. En términos anuales significaría una caída del 1,7%”.
Por otra parte, los primeros datos sobre el nivel de producción fabril de junio habían sido recolectados por la Secretaría de Desarrollo Productivo e Industria, que a través del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) detectaron que en junio la actividad del sector industrial se habría sostenido un 0,1% en comparación con el mes anterior y en 0,6% en relación con el mismo mes del año anterior.
Entre las estimaciones privadas hay coincidencias y diferencias. Para la Fundación FIEL, por ejemplo, su Índice de Producción Industrial de junio registró una contracción interanual de 2,5 por ciento. Así, el primer semestre habría terminado un 0,7% por debajo en su nivel de producción en comparación con el mismo lapso de 2022.
Otra consultora que realiza su propia medición de actividad fabril es OJF. En su caso, al igual que el CEP XXI detectó un número en terreno positivo al ver la película de los primeros seis meses del año pero alertó que puede estar la industria en la puerta de un “ciclo contractivo”. “De acuerdo con el IPI-OJF, en el mes de junio la producción industrial se contrajo 2,6% al comparar con igual mes del año pasado, acumulando para el primer semestre del año un avance de 0,7 por ciento. Por su parte, la medición desestacionalizada registró una caída de 1,4% mensual”.
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