Hace un año, cuando Sergio Massa asumió el cargo como ministro de Economía para apagar los primeros chispazos de lo que podría haber sido un incendio, una de las primeras directivas que lanzó fue que el Gobierno iba a prescindir de toda ayuda del Banco Central, algo que cumplió por lo menos hasta marzo de este año, cuando por efecto de los descalabros que impuso la sequía, tuvo que volver a hacer uso de esa fuente de financiamiento. Ahora, el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) incluye la exigencia de no hacer uso de Adelantos Transitorios ni de Transferencias de Utilidades.
En el mercado se estima que el Palacio de Hacienda va a tener que subir las tasas de interés de los instrumentos de las letras que ofrece en las licitaciones que realiza todos los meses y que tendrá que conseguir niveles de financiamiento neto superiores a los que venía mostrando en los últimos meses, si es que no puede achicar los niveles de déficit fiscal primario que viene mostrando desde que comenzó 2023.
El economista y consultor Andrés Reschini, consideró que dado el nuevo escenario “puede haber” una suba de las tasas que ofrece el Tesoro para conseguir financiamiento en el mercado de pesos. “Ese frente lo vienen manejando muy bien. Si se calienta la inflación, van a tener que ofrecer más bonos ajustables por CER”, señaló.
De acuerdo a cómo se han presentado las últimas licitaciones, que tratan de emular lo que ocurre en los mercados secundarios de deuda, los inversores han tenido pocas opciones a tasa fija, salvo las LELITES que son de muy corto plazo para los Fondos Comunes de Inversión. En las últimas convocatorias aparecieron las Ledes que pagan una tasa efectiva anual del 142%.
Federico Papavero, corporate Financial Advisor de Wise Capital, consideró que “las tasas van a tener que subir, eso es seguro”. Dos razones esgrime el analista para tal conclusión. “Una por tema del financiamiento y otra por ajuste de política monetaria”, explicó. Como el Banco Central además está comprometido a mantener tasas reales positivas, si sube la inflación por efecto de la generalización del Impuesto PAIS a las importaciones, va a tener que seguir el ritmo para no quedar abajo. Y del mismo modo, el Tesoro va a tener que mejorar su oferta si quiere conseguir pesos en el mercado.
La alyc Portfolio Personal Inversiones (PPI) señala que el FMI indicó en el último anuncio con Argentina que “la trayectoria fiscal acordada no supone financiamiento monetario directo adicional” para lograr el déficit primario de 1,9%. “El comunicado de prensa no aclara si se modificó la meta monetaria. Recordemos que el target acordado en la cuarta revisión es de $883.000 millones en 2023, ya siendo superado por $1,16 billones en lo que va del año”, recuerda PPI. Por lo tanto, concluye que “para cumplir con la meta monetaria, el Tesoro deberá obtener un financiamiento neto elevadísimo en las licitaciones para cubrir el rojo primario y cancelar los Adelantos Transitorios al BCRA”.
Entre enero y julio el Tesoro consiguió financiamiento neto por $2,1 billones. Eso implica un roll over del 133%. En julio logró una tasa del 120% al sumar $260.359 millones. Todo indica que el esfuerzo en lo que resta del año tiene que ser mayor. Lo bueno es que la etapa de vencimientos más pesados quedó atrás. Los vencimientos que van por delante corresponden a inversores que no entraron en los canjes de deuda de 2023 y a bonos que se emitieron este año para los que buscan el corto plazo. En agosto vencen unos $800.000 millones, de los cuales $40.000 millones son Adelantos Transitorios del BCRA.
Según datos de la Oficina del Presupuesto del Congreso, entre agosto y diciembre hay vencimientos de bonos en pesos por unos $3,1 billones, a los cuales habría que sumar otros $700.000 millones que se le deben al Banco Central.
- Economia