Las subas en los precios de autos que incluyen cada vez más componentes importantes, y sobre todo sofisticados y costosos, como las computadoras, se vienen acelerando en los últimos años.
En 2021, cuando el índice de precios al consumidor trepó 50% y el incremento promedio de los cero kilómetro subió 65%.
Al año siguiente pisaron el freno, sobre todo una vez que Sergio Massa asumió como ministro de Economía e incrementó la presión sobre las empresas para que la suba fuera inferior a la inflación.
Este año los controles de importaciones aumentaron por la fuerte caída de las reservas, que orillaron los US$ 13.000 millones desde abril último.
En las automotrices, la devaluación selectiva que dispuso el Gobierno este lunes las obligó a recalcular a toda velocidad cuáles iban a ser los incrementos de los precios de agosto.
La devaluación en etapas impactó fuerte en el negocio de las automotrices. Encarece 7,5% el precio de todos los modelos importados, y también el de las autopartes importadas que se utilizan para la fabricación de modelos destinados al mercado interno.
La mitad de los autos que fabrican las automotrices argentinas son destinados a las concesionarias locales, y a esos vehículos sus autopartes importadas pasaron a costarles un 7,5% más.
Y no se trata de una suba para unas pocas piezas: entre 50% y 80% de los modelos locales están hechos con piezas importadas.
Por ese motivo, en todas las automotrices avisaron que el incremento de agosto va a ser más fuerte que en los meses anteriores.
Pero no todas las marcas van a aumentar sus precios al mismo ritmo, ni tampoco en las mismas fechas.
En las concesionarias de marcas muy vendedoras como Toyota y Chevrolet están aguardando novedades para el lunes, de modo que actualizar los precios al público al día siguiente, con el inicio del mes.
En el caso de Stellantis, la automotriz que engloba a cinco marcas y a los dos modelos más vendidos en el país en lo que va del año (Fiat Cronos y Peugeot 208), ya hubo un primer incremento de precios durante la semana que finalizó, que fue el segundo durante julio, con subas de entre 3% y 5% para aquellos modelos que no corrían riesgo de “perforar” el techo a partir del cual podían pasar a tributar impuestos internos.
Otro tanto sucedió con modelos de la automotriz Volkswagen, que retocó su lista de precios antes de que finalizara julio. "A inicio de mes se va a dar el aumento que se viene dando mensualmente. Seguramente en algunas marcas va a haber algún efecto más por las medidas", dijo uno de los concesionarios más importantes de Capital.
Las marcas de Stellantis no van a tener un nuevo ajuste esta misma semana. En la empresa que desde Brasil es comandada por el italiano Antonio Filosa decidieron esperar algunos días para aplicar el aumento "por inflación", para que no se superponga con el que aplicaron apenas un par de días antes.