El dólar libre cayó ayer a $195 por unidad, su valor más bajo en casi 6 meses, en medio de la expectativa por un dato de inflación de marzo que promete sacudir al Gobierno y genera incertidumbre respecto de la capacidad oficial para estabilizar el frente macro. A pesar de este escenario negativo, el frente cambiario se mantiene calmo. Y los especialistas ensayan sus explicaciones para el presente del billete y las expectativas que se pueden entrever para el futuro inmediato.
El “blue” pierde $27,50 desde su máximo de enero pasado, cuando alcanzó un pico en medio de las dudas respecto al pago de un vencimiento ante el FMI que debía enfrentar la Argentina. Desde entonces, y programa con el organismo internacional mediante, la cotización no ha parado de caer. Y más aún en términos reales, ya que la baja se dio a la par de algunos de los peores datos de inflación mensual de la administración de Alberto Fernández.
La baja del dólar en el mercado informal fue acompañada por movimientos similares entre los tipos de cambio financieros. El dólar MEP, que es el costo implícito por dólar de comprar un bono para luego revenderlo a cambio de dólares en el mercado local, pierde más de $33 respecto de aquél pico de incertidumbre de enero y ronda los $190. Y el dólar contado con liquidación, una operación similar a la del MEP pero en la que la reventa del bono a cambio de dólares se hace en el mercado externo, perdió más de $41 para caer por debajo de los $190 en la actualidad.
Es de esperar que 2022 venga con un “pan bajo el brazo”, con registros máximos históricos de exportaciones para el sector agrícola, apuntalados por los elevados precios internacionales de estos productos.
- Economia