Las consultoras económicas que miden la canasta de precios coinciden en que el mes de junio mostró una marcada desaceleración del ritmo inflacionario.
Eco Go, que encabeza la economista Marina Dal Poggetto, pronosticó un fuerte descenso, al 6,6%, esto es 1,2 puntos porcentuales por debajo del dato de mayo (7,8%) y 1,8 puntos por debajo del de abril (8,4%).
También la Fundación Libertad y Progreso, de marcado tono crítico hacia el gobierno, difundió su IPC-LyP, con un aumento del 6,8% mensual, un punto por debajo del dato oficial de mayo. Según su seguimiento de precios, además, el aumento del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, de mayor incidencia en el índice general y el que más afecta el poder adquisitivo de los sectores de menores recursos, fue del 6,2 por ciento. Rubros como Alcohol y tabaco, Indumentaria, recreación y cultura, mostraron avances iguales o inferiores al 3 por ciento. Los que más aumentaron, en la medición de LyP, fueron Educación (16%), Bienes y servicios varios (14,2%) y Comunicaciones (12,2%), de menor incidencia en la conformación del índice general y en el efecto bolsillo.
Desaceleración
Un dato aún más alentador para el equipo económico acerca del rumbo y dinámica de los precios provino de la consultora LCG, que dirige el economista Guido Lorenzo: señala que en la cuarta semana de junio el ritmo de aumento del rubro Alimentos y bebidas se redujo al 0,1%, lo que alienta expectativas de fuerte reducción del guarismo inflacionario para el mes de julio, que acaba de iniciarse. “Categorías relevantes como Frutas, Carnes y Panes promediaron bajas en la semana, compensando subas en el resto”, dice uno de los cuadros del Informe de LCG.
En general, las consultoras coinciden en que el IPC del sexto mes del año habría perforado el 7%, una barrera importante si se tiene en cuenta que la actual gestión económica recibió una tasa de inflación del 7,4% (julio 2022) cuando asumió a principios de agosto pasado.
Se trata de cifras lejanas a la inflación que empiece “con un 3 adelante”, como pretendía el ministro de Economía, Sergio Massa, que ocurriera a partir de abril, pero muestra un segundo mes consecutivo de reducción de la tasas mensual después de una racha alcista de 5 meses, entre diciembre de 2022 y, precisamente, abril de este año.
¿Moderación estacional?
“Los últimos dos meses muestran una moderación en la suba mensual del IPC”, destacó el informe de la Fundación Libertad y Progreso que sin embargo aclaró: “esto no necesariamente significa una desaceleración en la inflación”
Sucede, explicó, que en el segundo trimestre del año la estacionalidad de precios juega a favor, por lo que el IPC suele registrar variaciones mensuales menores a marzo, que es un mes de inflación estacionalmente alta. “Que el índice de precios de junio sea menor al de mayo está dentro de lo esperable manteniendo la misma velocidad crucero de la inflación subyacente. El aspecto más sobresaliente y que sorprendió al mercado fue el dato de inflación de abril (8,4%) que hasta ahora es el récord de los últimos 21 años.”, dice el informe mensual.
Con todo, los datos más alentardores tienen que ver con la tendencia de las últimas semanas. Según un informe de LCG, cn la cuarta semana de junio la suba de precios de los alimentos promedió 0,1%, desacelerando nada menos que 2,6 puntos porcentuales respecto de la semana previa. Además, según la consultora, el índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 5,6% promedio en las últimas 4 semanas y de 4,1% entre puntas, otra evidencia de desaceleración.
Otras consultoras que detectaron la desaceleración del ritmo de aumento de los precios fueron C&T, que midió un 6,7% de inflación en junio para el Gran Buenos Aires, y el Centro de Economía Política, claramente afín al gobierno, según el cual la inflación de junio en alimentos fue del 5,4%, perforando incluso el piso del 6% y según Hernán Letcher, su director, el IPC de julio estaría en torno o incluso algo por debajo del 7 por ciento. Al igual que diciembre, enero y marzo, julio es un mes de inflación estacionalmente alta. Que se mantenga en línea con junio o consolide una tendencia bajista sería una muy buena noticia para el equipo económico, que busca definir una “recalibración” o nuevo acuerdo con el FMI.