La conducción económica y el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) siguen manteniendo “duras” negociaciones, según señaló una alta fuente del Ministerio de Economía.
En particular, trascendieron las marcadas diferencias entre el ministro Sergio Massa y el chileno Rodrigo Valdés, responsable del Hemisferio Occidental del organismo.
Los funcionarios argentinos rechazaron distintos pedidos del Fondo, entre ellos una devaluación del 30% - incluso superior para determinados productos –, según señalan fuentes oficiales. También una reducción del déficit fiscal primario al 1,6% del PIB, contra el 1,9% del acuerdo vigente.
La negociación sigue abierta, señaló una alta fuente del Palacio de Hacienda. El equipo económico pretende que aumente el desequilibrio fiscal (como consecuencia de la sequía) y evalúa alternativas a una devaluación. Entre ellas, no se descarta una baja en las retenciones.
Si bien países como Holanda y Japón mantienen una posición rígida frente a los requerimientos argentinos, en el Ministerio de Economía se confía en que la intervención de los Estados Unidos y de China termine destrabando las negociaciones.
Con el objetivo de acordar el staff level agreement, un equipo económico encabezado por (el jefe de asesores del Palacio de Hacienda) Leonardo Madcur y (el viceministro de Economía) Gabriel Rubinstein viajará a Estados Unidos. Se estima que estarán en Washington a mediados de la semana.
Si bien el país incumplió en el primer trimestre del año con las metas de acumulación de reservas y déficit fiscal, los técnicos del FMI podrían justificar esta ayuda en la importante sequía que afectó al país restando u$s20.000 millones de ingresos.
Pese a estas desfavorables condiciones, las autoridades argentinas siguieron recortando el gasto público -las erogaciones primarias cayeron 7%, en valores reales, durante los primeros 5 meses del año -.
Como muestra de su disposición a continuar cumpliendo con el acuerdo, el viernes el Gobierno concretó al FMI el pago de u$s2.700 millones que vencían a fin de mes, con Derechos Especiales de Giro (DEGs) y, por primera vez con yuanes, con lo que evitó así el uso de dólares de las reservas del Banco Central (BCRA).
Por su parte, el FMI, a través de Julie Kozack, directora de Comunicaciones, emitió este viernes una declaración después de una reunión informal de rutina del Directorio Ejecutivo sobre Argentina que tuvo lugar el jueves, según reveló el organismo.
"El personal del FMI y las autoridades argentinas continuarán avanzando en su trabajo conjunto en los próximos días, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa" respaldado por el Fondo, señaló el comunicado.
Kozack agregó que "las discusiones técnicas continúan sobre un paquete de políticas para salvaguardar la estabilidad económica, en el contexto de una situación desafiante, en parte afectada por la sequía histórica".
"Las discusiones -precisó el escrito- están enfocadas en fortalecer las políticas macroeconómicas para apoyar la acumulación de reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables".
Por otro lado, Kozack confirmó que "las autoridades argentinas continúan manteniéndose al día con sus obligaciones financieras con el Fondo" y manifestó que el pago fue realizado y que la Argentina se encuentra al día con sus compromisos.
El Gobierno busca que el organismo adelante fondos comprometidos para el resto del año por unos u$s10.600 millones, como asimismo fondos frescos, aunque se estima, que en este último punto habría resistencia del staff. La intención oficial es fortalecer las reservas del Banco Central, comprometidas por una histórica sequía que derrumbó las exportaciones agrícolas, y contener la incertidumbre financiera a pocos meses de la elección presidencial.
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