El billete de $2.000 cumplirá en los próximos días su primer mes de circulación y todavía representa una porción muy menor en la cantidad de papel de moneda en la calle, aunque se asegura en medios oficiales que irá en aumento en los próximos meses, entre otras razones por la importación de billetes que concretará el Banco Central y que reforzarán esa primera tanda, y las necesidades que plantea una nominalidad creciente con la aceleración de la inflación.
Incluso habrá, en breve, un modelo “distinto” del nuevo ejemplar de papel moneda, que incluirá más medidas de seguridad como tienen otros billetes en circulación y que no fueron incluidos en la primera oleada que salió a la calle, como es la franja de seguridad que tienen en el anverso los billetes en su parte izquierda.
El nuevo billete lleva como imagen de homenaje a Cecilia Grierson, considerada la primera médica argentina y con el ex ministro de Salud y referente del sanitarismo argentino Ramón Carrillo y en el otro lado, una imagen de la fachada del Instituto Malbrán.
Más allá de eso, en el Banco Central de la República Argentina aseguran que no tiene en sus planes para este año plantear un nuevo billete de denominación más alta, aunque en algún momento en los despachos oficiales circuló la posibilidad de emitir el papel moneda de 5.000 pesos.
Así, con el billete de máxima denominación de $2.000, la Argentina se encuentra con comodidad en los últimos lugares en la comparación con otras monedas latinoamericanas en términos de poder de compra, al menos en relación con el dólar norteamericano.
Mientras el mayor billete argentino equivale a USD 7,75 al cambio mayorista oficial y a USD 4,10 al precio blue, en el tope se encuentra México, cuyo billete de denominación más alta equivale a USD 58,37, le siguen Perú USD 54,97, Uruguay USD 52,30, Brasil USD 41,57, Bolivia USD 28,80, Chile USD 25,20, Colombia USD 24,18 y Paraguay USD 13,82. En todos los casos muy por debajo del billete de USD 100 que es moneda corriente en los EEUU, y también en la Argentina.
Una parte de la producción de los nuevos billetes fue contratada a Casa de la Moneda de Brasil, China y España.
Por cuestiones de confidencialidad, Casa de la Moneda no informó cuál es la cantidad total de billetes que imprimirá ni los que serán importados desde los tres países mencionados.
Los primeros billetes importados desde dichas procedencias llegarían a la Argentina en septiembre, en un proceso que se dará en continuado hasta abril del año próximo.
De todas formas, ante una consulta de bloques opositores a la Jefatura de Gabinete en sus informes al Congreso, el Gobierno dio algún detalle sobre el costo de fabricación de los billetes.
“El Banco Central informa que, para el presente período enero /junio 2023 y junio 2023/abril 2024, se autorizó a subcontratar a la Casa da Moeda do Brasil (CMB), Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España (FNMT) y China Banknote Printing and Minting Corporation (CBPM)”, informó Jefatura de Gabinete.
Esa contratación, aseguraron, corresponde ante “la necesidad de realizar subcontrataciones parciales de los procesos de fabricación que exceden la capacidad instalada en su planta”. Según esa información, el valor de fabricación del nuevo billete es de USD 117,67 por cada mil unidades. El más caro es el de $1.000 con el modelo San Martín con USD 120,33 por millar.
Según datos oficiales, hay actualmente en circulación casi 8.000 millones de unidades de billetes. A lo largo del año se vio una caída en el número general por la salida del circulante de unos 286 millones de billetes de $100, aunque fue compensado por un crecimiento marcado en la cantidad de papeles de $1.000. Existen en la actualidad 3.364 millones de unidades de $1.000, con un crecimiento de casi 300 millones en los últimos meses.
En ese paisaje de circulante de papel de moneda, el nuevo billete de máxima denominación argentina todavía ocupa un lugar muy menor. Según el dato más actualizado que tiene el Banco Central, hay en circulación solo 6,2 millones de ejemplares de $2.000. Estiman, de todas formas, que haya una crecimiento exponencial en la medida en que la autoridad monetaria siga liberando esos papeles para su utilización.
Para ponerlo en proporción: el billete de $2.000 representa apenas 0,07% del total de papel moneda en poder del público. La mayor parte, como fue explicado, es para el de $1.000, que implica el 42% del total en circulación. El de $100 representa el 22% de todos los ejemplares de papel moneda en la calle.
El de $500 tiene 16,3% en la proporción total. Uno que no terminó de despegar fue el de $200, que está estancado y nunca superó los 500 millones (actualmente explica el de ejemplares desde que salió en 2016. Incluso está en retroceso, ya que principio de año había 486 millones de ejemplares y a fines de mayo 456 millones.
La Jefatura de Gabinete informó, por otra parte, que el Banco Central tiene en sus planes continuar la emisión de billetes con imágenes de próceres, que corresponden a la serie “Heroínas y Héroes”.
“El Banco Central informa que la iniciativa de cambiar las imágenes de los billetes continúa vigente. Los billetes correspondientes a la nueva familia ‘Heroínas y Héroes de la Patria’ serán emitidos en el transcurso del año en curso. Cabe aclarar que no existe un proceso de recambio. Las anteriores familias de billetes seguirán en circulación y, a partir de que se emita la nueva, las distintas denominaciones se incorporarán en las cantidades que demande el Sistema Financiero”, mencionó Jefatura de Gabinete de Ministros.