Luego de la última suba de tasas que instrumentó el Banco Central (BCRA) y que llevó la remuneración de los depósitos en pesos a 97%, los analistas afirman que la estrategia del organismo es fomentar la vuelta de la bicicleta financiera en pesos o el carry trade.
La maniobra -que ya se usó en momentos como durante la presidencia de Federico Sturzenegger en el BCRA- consiste en ofrecer una tasa en pesos que supere el ritmo de devaluación. Así, las ganancias en moneda local son mayores a las que se pueden hacer al dolarizarse. La dificultad radica en anticiparse a la reversión de esa tendencia, es decir, saber cuándo el aumento del dólar será mayor a la tasa de interés.
Precisamente, desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) indicaron que, luego de los anuncios del último fin de semana, se desaceleró la devaluación por goteo que administra el BCRA con el objetivo de “apaciguar este canal de transmisión a precios al hacerlo correr muy por debajo de la inflación”.
Según los cálculos de esa casa de Bolsa, el deslizamiento del tipo de cambio pasó de una velocidad récord de 165,1% (tasa efectiva anual, TEA) a 5 días (registrada el 26 de abril) a 105,5%. En comparación, el rendimiento de referencia, en 97% equivale a una TEA de 154,9%.
Con esto, el Gobierno apunta a un doble frente. Por un lado, retener los depósitos en pesos que ya están en el sistema. Por otro, captar fondos en dólares para que se pasen a moneda local. En ese caso, las divisas se convierten el mercado financiero y generan oferta en el dólar MEP.
En ese sentido, la apuesta oficial es a contribuir a la descompresión cambiaria por la doble vía de tener menos pesos libres (porque una parte se quedan depositados a una tasa más alta) y aumentar las ventas de dólares en la Bolsa.
“Las subas de tasas están más ligadas a la dinámica cambiaria que a la inflacionaria: las autoridades pretenden limitar las tensiones sobre la brecha cambiaria vía un fomento al carry trade”, sostuvo un informe de Ecolatina.
La inflación complica la estrategia oficial
Los analistas afirman que la idea del Gobierno de impulsar el carry trade con la última suba de tasas es demasiado optimista, dado que la inflación tiene un ritmo tan vertiginoso que hace que cada aumento en el rendimiento de los pesos quede rápidamente detrás de los precios.
En PPI se mostraron escépticos respecto a una posible vuelta del carry trade, aún luego de la suba de la tasa al 97%. “Tiene rendimientos decrecientes en un contexto de alta inflación que dificulta acertar el timing”, explicaron, en relación con la mayor dificultad de esta estrategia: saber cuándo la devaluación le ganará a la tasa en pesos.
Desde Ecolatina coincidieron en que el impacto de la suba de tasas será transitorio si no se complementa con otras medidas para disminuir la incertidumbre. “Con estos niveles de volatilidad política y económica no hay tasa que sea suficiente para compensar completamente los riesgos asociados a la naturaleza que adquirió el proceso inflacionario y la incertidumbre que despierta la transición electoral”, afirmaron.