El presidente Alberto Fernández encabezó la entrega de viviendas en Los Altos, provincia de Catamarca, y se refirió a la situación económica del país y aseguró que la inflación es un "problema que hay que combatir y resolver en un escenario muy complejo" y remarcó que el Gobierno "siempre supo que primero está la gente".
Respecto a la construcción de viviendas, el mandatario destacó el impulso a la obra público que imprimió su Gobierno en el país, y recordó: "Veníamos de una época muy difícil" donde "a lo largo de 4 años" la gestión de Cambiemos entregó "14 mil viviendas" que "en mayor parte" habían sido iniciadas por la administración de Cristina Kirchner.
"Tres años y medio después, hemos construido 104 mil viviendas y tenemos 140 mil vivienda más en construcción", expresó en la entrega de viviendas en la localidad de Los Altos, Catamarca, acompañado por el gobernador Raúl Jalil.
Por otro lado, consideró que haber sido presidente durante la pandemia fue un "triste privilegio" y destacó que, pese a las adversidades que se presentaron a lo largo de su gestión, continuaron trabajando: "Nunca nos han quebrado la voluntad de seguir avanzando y seguir trabajando para poner a la Argentina de pie".
Con este acto, el jefe de Estado retomó la agenda local tras su visita ayer a Brasil, donde se reunió con su par, Luiz Inácio Lula da Silva.
En ese marco, Fernández recibió un fuerte respaldo político de Lula, quien en Brasilia y tras cuatro horas de reunión decidió activar al Banco de los Brics para respaldar el comercio exterior argentino ante la restricción de divisas y además se comprometió a reclamar ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para "sacarle el cuchillo del cuello" de la deuda a su principal socio regional.
"Yo pretendo conversar, a través de mi ministro de Hacienda, con el FMI para quitarle el cuchillo del cuello a la Argentina. El FMI sabe cómo se endeudó la Argentina, sabe a quién le presto el dinero y por lo tanto no puede seguir presionando a un país que solo quiere crecer, generar empleo y mejorar la vida del pueblo", resaltó Lula.
En una declaración conjunta, en la que no trascendieron detalles acerca de qué medidas se lograron acordar en la reunión que se extendió por más de cuatro horas, el presidente de Brasil precisó: "Voy a hacer todo y cualquier sacrificio para que podamos ayudar a la Argentina en este difícil momento".
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