En el nuevo documento que difundirá en las próximas horas, la CGT dará un fuerte apoyo a la renegociación del acuerdo con el FMI y reclamará un acuerdo político, económico y social para fijar 10 políticas de Estado que saquen al país de la crisis y eviten que la pobreza y la desigualdad “conspiren contra la cohesión social”. A la vez, hará una advertencia sobre el crecimiento electoral de Javier Milei: “El descontento es el terreno fértil para la aparición de emergentes antisistema, que pretenden capitalizarlo poniendo en riesgo la vigencia de un sistema democrático pleno”.
Se trata de la primera oportunidad en la que la central obrera se referirá en forma explícita al ascenso del líder libertario y no parece casual luego de que Cristina Kirchner apuntó contra Milei en su discurso de la semana pasada en La Plata: es parte de una estrategia del Frente de Todos para beneficiar al diputado de La Libertad Avanza en las elecciones y quitarle votos a Juntos por el Cambio.
El texto será leído durante el acto que la CGT realiza a las 15, en la cancha de Defensores de Belgrano para conmemorar el Día de los Trabajadores, al que prevén movilizar a unas 20.000 personas. Ya está confirmado que no irá el ministro de Economía, Sergio Massa, invitado por la conducción cegetista como parte de un gesto vinculado con el respaldo de la mayoría del sindicalismo peronista a su inminente candidatura presidencial. Como anticipó Infobae, Massa viaja a Brasil con Alberto Fernández y se hará presente en el acto de la CGT a través de una carta.
Aunque no estará en el evento sindical, la central obrera le hará varios guiños en el documento: en sintonía con las gestiones del ministro, por ejemplo, la cúpula cegetista considera que es impostergable una renegociación de los plazos y condiciones del acuerdo firmado con el FMI.
En el documento, elaborado por Gerardo Martínez, secretario de Relaciones Internacionales de la CGT y titular de la UOCRA, la CGT también le enviará señales al futuro gobierno acerca de la reforma laboral que se aplicará si Juntos por el Cambio gana las elecciones. Para la dirigencia sindical, el debate sobre el tema deberá hacerse “de manera moderna e inteligente” y admite por primera vez la discusión de la reducción de la jornada laboral como una forma de estimular el empleo.
A la vez, en la declaración de la CGT se hará una defensa enfática de los convenios colectivos de trabajo, cuya falta de actualización es uno de los ejes de los proyectos laborales que analiza la oposición. Por eso la central obrera considerará que es falso e intencional decir que los convenios son anacrónicos y reivindicará la negociación permanente entre empresarios y sindicalistas como la herramienta más eficaz para definir y mejorar las condiciones de trabajo.
El documento también criticará a la clase política en general por la falta de soluciones a la crisis del país y reclamará el derecho de la CGT a participar en las decisiones de gobierno, aunque también apuntará contra la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y el aumento de los precios.
Los dirigentes de la CGT procuraron que este texto hiciera más hincapié en los desafíos de los trabajadores hacia el futuro, mientras que el anterior documento, que fue difundido el 19 de abril luego de una reunión del Consejo Directivo cegetista, se enfocó en la situación actual.
En aquella declaración, por ejemplo, los sindicalistas advirtieron que “los índices de inflación y pobreza deben encabezar las prioridades para la adopción de medidas y acciones urgentes” y, en ese sentido, resaltaron que “toda la dirigencia en general debe tomar conciencia de que ya no hay más margen de deterioro económico sin riesgo de descomposición social”.
En la misma sintonía que el nuevo documento, se instó a “la convocatoria de un gran consenso político, económico y social que permita alcanzar acuerdos básicos para el diseño de un programa de mediano y largo plazo, promoviendo el desarrollo, la producción y el trabajo como instrumentos necesarios y urgentes para superar la crisis y trazar un horizonte de crecimiento con justicia social”.
Para la CGT, “el contexto económico y social es de tal gravedad que no permite especulaciones personalistas ni sectoriales”. “La sociedad argentina atraviesa una compleja crisis económica y social, heredada y agravada por un escenario de inestabilidad macroeconómica que se manifiesta a través de una escalada inflacionaria creciente que pulveriza el poder adquisitivo de los salarios; escasez de divisas, informalidad laboral y un proceso de aumento en su pobreza estructural, inaceptable para la Argentina, que alcanza a un 40% de nuestro pueblo, condenando a la marginalidad a millones de argentinos y argentinas y ponen en serio riesgo la cohesión social”, señaló.
La dirigencia de la CGT impulsó la realización del acto por el Día del Trabajador como una forma de volver a ubicarse en el tablero político y sindical tras un largo período de inactividad: la reunión del 19 de abril fue la primera que mantuvo oficialmente en los últimos 8 meses, pese a que en ese período se acentuó el alza de la inflación, la disparada de precios y la pelea para recomponer los salarios.
En su estrategia de mostrarse nuevamente en acción, la cúpula cegetista, dominada por “los Gordos”, los independientes y el barrionuevismo, se reconcilió con Pablo Moyano, de Camioneros, el cotitular de la central que mantenía distancia de sus colegas por diferencias personales, sindicales y políticas. De esta forma, el sector que controla la CGT consiguió que tanto Hugo como Pablo Moyano, quienes están peleados por la crisis de la obra social del Sindicato de Camioneros, se sumen al acto de este martes en Defensores de Belgrano, en un nuevo ensayo de unidad gremial.
La conducción de la CGT, además, se reunirá en los próximos días con los empresarios del G6 (UIA, Camarco, CAC, Adeba, Sociedad Rural y la Bolsa de Comercio) y con la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que integran los dueños de las compañías más grandes de Argentina, con la idea de dar un mensaje conjunto en favor de la renegociación con el FMI y de la estabilidad económica.
Todos estos movimientos de la CGT, en el fondo, responden a la preocupación por el agravamiento de la crisis económica y, además, a rodear a Massa con gestos de respaldo con la mira puesta en su candidatura presidencial y en la necesidad de que el Frente de Todos no pierda las elecciones.
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