Boca llegó a su segunda derrota consecutiva en la Liga Profesional y Hugo Ibarra no le encuentra la vuelta al equipo, por lo que quedó en el ojo de la tormenta y su continuidad -confirmada hasta el sábado- está inmersa en la incertidumbre. Pese a que ya ganó dos títulos, uno hace semanas, el entrenador contabiliza uno de los peores arranques en los últimos diez años.
En lo que va de este 2023, Ibarra dirigió diez partidos: ocho por el torneo local, la Supercopa Internacional ante Racing y la Supercopa Argentina que el Xeneize le ganó a Patronato, actualmente en la Primera Nacional, con un categórico 3-0. En total, el conjunto azul y oro consiguió cuatro victorias, misma cantidad de derrotas y dos empates, con 10 goles a favor y 13 en contra.
Con esos números, este presente es comparable con otros dos casos del último tiempo que terminaron con los entrenadores afuera del club: Carlos Bianchi en 2014 y Rodolfo Arruabarrena en 2016. Pese a ser una leyenda, aquel año el equipo del Virrey estuvo los primeros tres partidos sin ganar -dos derrotas-. En definitiva, de los primeros diez, solo ganó tres y perdió cuatro. Luego mantuvo la irregularidad a lo largo del año, pero el entrenador se mantuvo principalmente porque, como dijo el presidente Daniel Angelici en ese entonces, era un "peso pesado". Finalmente, en agosto se dio su salida.
Vasco Arruabarrena Boca
Al igual que ellos, Ibarra atraviesa un momento muy similar aunque por ahora de incierta resolución. Luego de la reunión llevada a cabo esta tarde entre el cuerpo técnico y los jugadores, se resolvió que el técnico continúe al menos hasta el sábado cuando Boca enfrente a Olimpo por los 32avos de final de la Copa Argentina, pero a partir de ahí todo dependerá de resultados y funcionamiento. ¿Lo podrá revertir?