Néstor Pitana se despidió del arbitraje y su último partido fue el empate (1-1) entre Platense y Lanús en el Estadio Ciudad de Vicente López, que cerró la Liga Profesional. Fue una noche de impacto emotivo para el misionero de 47 años que dirigió en dos Mundiales y estuvo acompañado por su familia. En medio de las lágrimas de su madre y de su mujer, Romina Ortega, tuvo una cálida despedida en la que también recibió el saludo de los jugadores, dirigentes y hasta de los hinchas.
En la previa, Pitana recibió plaquetas del presidente de la AFA, Claudio Tapia, del presidente de Platense, Pablo Bianchini y del ex referí, Francisco Lamolina. Luego saludó a todos y cada uno de los futbolistas y más tarde bromeó en el sorteo junto a los capitanes José Sand y Gastón Suso. Aunque pronto llegó el primer mimo del público y bajaron los aplausos desde la platea.
En ese sector lo acompañó su familia y su mujer hizo un posteo en su cuenta de Instagram antes del comienzo del partido: “Vamos a extrañar verte jugar. Vamos mi amor, seguirán muchas cosas buenas para ti”, fue el mensaje junto a emojis de un corazón, dos con lágrimas, otro de dos manos haciendo un corazón y junto al hashtag #PitaPitana.
El encuentro no fue complicado para Pitana más allá de algún roce o pierna fuerte. Sacó seis tarjetas amarillas, tres por cada lado. Pero en líneas generales los jugadores tuvieron una buena conducta y no le complicaron la noche. Tampoco hubo polémicas y si bien no abundaron las emociones, fue un cotejo que tuvo llegadas por ambos bandos.
Uno de los hechos llamativos ocurrió en el minuto 22 del complemento cuando el juego se detuvo para atender al arquero de Lanús, Guillermo De Amores, que chocó con el defensor de Platense, Franco Camargo. En ese momento llegó la ovación desde una de las cabeceras y Pitana se acercó al alambrado y saludó a los hinchas.
En el cotejo que puso punto final a la Liga Profesional, hubo un tiempo para cada equipo. Lanús fue más en la primera mitad y se puso en ventaja por medio de José Sand y en el complemento Platense buscó el empate y pudo plasmarlo en el epílogo con un perfecto cabezazo de Gastón Suso.
Una vez que terminó el encuentro, Pitana fue saludado otra vez por todos los futbolistas, pero se quebró cuando su familia ingresó al campo de juego y se abrazó a ellos. Luego tuvo una breve charla y no pudo contener las lágrimas. Se mostró muy conmovido luego de terminar una carrera de 15 años en el arbitraje de Primera División.
“El fútbol me ha dado tantas cosas lindas, pero me voy con la tranquilidad de haberlo dado todo. Eh soñado en jugar en Primera División. Después Copa Sudamericana, Copa Libertadores, Copa América, el Mundial de 2014. Pero me hace acordar más que nada que cuando comencé a arbitrar lo hice con una cartulina amarilla”, contó Pitana.
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