Racing y Boca igualaron sin goles por la 13ra. jornada de la Liga Profesional de Fútbol. El empate dejó a los de Avellaneda en la sexta posición con 21 puntos (al igual que River Plate, Patronato, Godoy Cruz, Platense y Unión), mientras que el "Xeneize" quedó en el undécimo lugar con 19 unidades.
El cierre del partido quedó envuelto en polémica, a partir de una mano que Jonathan Gómez cometió en el área ante la carga de Sebastián Villa, que el árbitro Fernando Rapallini no consideró "que amplió el volumen" como para sancionar penal en favor del conjunto visitante, a pesar de su claridad e incidencia en el juego.
Desde el comienzo del partido Racing salió a imponer condiciones. Arrastrado por el aliento de 50 mil hinchas, los locales en menos de un minuto ya habían llegado dos veces con peligro al arco de Rossi.
Un remate desde afuera de Mena y un cabezazo de Copetti que rechazo Fabra sobre la línea era el anuncio de lo que iba pasar en la etapa.
Lo de los dirigidos por Gago fue fácil: tirar bien por izquierda a Rojas una movilidad permanente de Moreno y Miranda, una de las figuras de la primera parte.
El técnico Ibarra planteo un esquema distinto que no dio resultado con Villa más retrasado esta vez por derecha y arriba dejo a Romero de enlace y Benedetto solo de punta.
La Academia era el dueño señor del partido y solo por la mala puntería a la hora de definir y una estupenda salvada de Rossi ante un remate de "Lolo" hicieron que fuera el justo vencedor.
Cuando Villa pasó a la izquierda donde siempre rindió mejor Boca tuvo dos minutos donde con un remate de Benedetto cruzado apenas afuera y una ocasión perdida por " Pol" Fernández pudo conseguir una ventaja que no merecía.
Racing fue superior y mereció la victoria en un clásico entretenido que termino 0 a 0 y donde recién sobre el final Boca reaccionó y casi consigue la victoria en la última jugada cuando el arbitro Rapallini no cobro a instancias del VAR un claro penal por mano de Jonathan Gómez.
Racing fue el de siempre, un equipo que intenta jugar, con buen trato de pelota y una gran movilidad de sus volantes y la proyección permanente de sus marcadores de punta.
Y en Boca esta vez no se puede hablar de falta de actitud si no de un mal planteo de Ibarra que sigue dependiendo de las luces de sus buenas individualidades que el domingo estuvieron apagadas.
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