Boca Juniors venció con autoridad 3-1 a Barracas Central en el estadio de All Boys y se subió a la cima de la Liga Profesional, al menos hasta que jueguen Estudiantes, Newell’s y Platense, que con un partido menos, lo pueden superar. Sebastián Villa, Pol Fernández y Exequiel Zeballos anotaron para en ganador, que logró quebrar el desarrollo en el segundo tiempo. Neri Bandiera había convertido el empate parcial para el Guapo.
Aprovechando las dimensiones del estadio del Albo, Alfredo Berti propuso un equipo corto, con muy poco espacio entre líneas. Y apostó a los lanzamientos largos, pensando en la segunda jugada, o en buscar el rebote con el bloque completo adelante. En consecuencia, resultó un trámite incómodo para el campeón de la Copa de la Liga, al que le costó la elaboración, y tuvo al Changuito Zeballos como llave principal de desequilibrio. A los 4 minutos, edificó una apilada a pura habilidad por derecha, pero a su remate, tal vez porque llegó sin piernas, le faltó potencia.
El local, dicho quedó, lastimó con un planteo directo. A los 3′ lo tuvo Mouche con una arremetida tras una pelota parada. Y a los 30 Valenzuela quedó de frente a Rossi tras una acción por la izquierda, pero su resolución salió al medio y controló Rossi.
El conjunto auriazul tenía la pelota, pero lejos del área. Hasta que a los 41 minutos Villa sacó un remate lejano, furioso y con efecto, que se clavó en el ángulo del arquero Saracho: 1-0. Pero casi no consiguió paladearlo el Xeneize. Es que a los 46 Matías Tapia ejecutó un córner y Neri Bandiera cabeceó para volver a sellar la igualdad antes del descanso.
Boca siguió siendo el que más buscó, a pesar de las dificultades para lastimar. Ante la falta de recursos, Marcos Rojo probó desde afuera del área y Saracho rechazó por encima del travesaño. Pero con los de Battaglia más decididos, el gol apareció.
A los 13 minutos del complemento, una fórmula probada volvió a funcionar. Villa alargó para Fabra, quien envió un buscapié potente, tanto que Pol Fernández, en posición de 9, solo tuvo que poner el botín. Y el 2-1 vino acompañado por otra acción que acompañó el quiebre: fue expulsado Glaby (correcta decisión) por doble amarilla.
Así, con más espacios y el rival lanzado, Boca halló facilidades. Y brotó el tercero a los 22′. Zeballos presionó y ganó, Villa lo habilitó y, cara a cara con el portero, lo gambeteó y terminó anotando mientras se caía al suelo: 3-1.
Y pudieron ser cuatro, si la visita hubiera estado más ajustada en la definición. Pero el Xeneize volvió a mostrar el poder de fuego y logró sortear un nuevo obstáculo, para llegar a la línea de 9 puntos en cuatro fechas. Una interesante plataforma anímica pensando en el gran desafío: el duelo por los octavos de final de la Copa Libertadores, el próximo 28 de junio en San Pablo ante Corinthians.
- Deportes