El mercado de pases en el fútbol argentino contó con un actor inesperado: Foster Gillett, magnate estadounidense, quiso invertir en la liga local y generó grandes repercusiones. Sin embargo, en las últimas horas recibió un duro revés ya que River lo demandó penalmente por la compra del pase de Rodrigo Villagra que quedó trunca. El exaccionista del Liverpool llegó con mucho ímpetu y generó contactos en varios los clubes. Tras comprar a Cristian Medina de Boca y cederlo a Estudiantes, buscó hacer lo mismo con Rodrigo Villagra en River y aseguró que estaba dispuesto a ejecutar la cláusula de rescisión por 10 millones de dólares. Ante este interés, el jugador se entrenó diferenciado del plantel de Marcelo Gallardo y en el Millonario esperaban avances para formalizar la transferencia. A pesar de estas ganas, la operación nunca se concretó y el futbolista terminó siendo vendido a Rusia a cambio de cuatro millones por el 50% del pase. Tras esta situación, en River tomaron una fuerte decisión: denunciar penalmente a Foster Gillett y a su apoderado en la Argentina, Guillermo Tofoni. Desde el club de Núñez aseguran que “la maniobra desplegada por los empresarios causó graves perjuicios al patrimonio del club y se considera desbaratamiento de derechos acordados“.

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