Boca se impuso 2-0 ante Tigre en el estadio José Dellagiovanna por los tantos de sus goleadores Darío Benedetto (en el primero tiempo) y Luis Vázquez (en el segundo). A la espera de un rival en los cuartos de final de la Copa de la Liga (hoy sería Newell’s), el Xeneize se mantuvo por la senda victoriosa. Por su parte, el Matador se clasificó igualmente a la siguiente instancia por la caída de Huracán y se mediría con River en el Monumental. Dirigió Pablo Echavarría.
Intensidad, fricción y juego brusco fue lo que primó en la primera parte. No por nada el dueño de casa se fue al vestuario con tres amonestados (Equi Fernández, Luciatti y Blondel). A ambos equipos les costó encontrar algo de juego y recién a partir de la media hora de juego asomó lo mejorcito, en poder de la visita.
Los de Victoria habían insinuado más que concretado en los minutos iniciales. La claridad se disipó en tres cuartos de cancha y por eso no terminaron de generar situaciones de gol. Los de Battaglia recién pudieron inquietar al arquero rival a los 23 minutos, con un remate potente pero algo de Aaron Molinas, tras habilitación sin tocarla (se abrió de piernas) de Darío Benedetto, que instantes después ensayaría un tiro libre a las manos de Gonzalo Marinelli.
Gabriel Aranda no pudo esquinar su cabezazo tras un centro cerrado de Villa en la que fue una de las más claras de la etapa inicial. Y enseguida el colombiano encaró como puntero izquierdo hacia el centro y sacudió de derecha, pero al cuerpo de Marinelli. El público de Tigre apenas suspiró con un mano a mano que Rossi le tapó a Protti luego de una maravillosa asistencia de Castro, de taco, pero la jugada fue anulada por offside.
El quiebre del cero se produjo a los 44′, cuando a Marinelli se le escapó la pelota de las manos por calcular mal en busca de un balón aéreo, Villa probó con un buscapié que se desvió en el camino y cayó en poder de Benedetto, quien a lo 9 pescador solamente tuvo que empujarla.
En el complemento, el anfitrión volvió a tomar la posta y empezó a empujar a Boca contra la valla de Rossi. A Blondel se la sacó del buche Sandez con un bloqueo y más tarde fue Figal el que impidió que Protti hiciera mover la red con un cabezazo a quemarropa. La visita se paró definitivamente de contragolpe y aguardó agazapado para liquidar el pleito. Eso sucedió gracias a dos canteranos, en el segundo tiempo: Cristian Medina se la robó en la salida a un ex Boca como Oscar Salomón (está a préstamo en Tigre y había entrado en el primer tiempo por el lesionado Víctor Cabrera) y cedió para Luis Vázquez, que recién había ingresado por Benedetto, y no perdonó.
Si al Matador se le había hecho todo cuesta arriba, psicológicamente quedó destruido cuando Agustín Rossi se lució con un mano a mano ante Protti y un remate de Magnín, quien disparó con poco ángulo. Sobre el final, el goleador tigrense no pudo conseguir el descuento tras una buena maniobra de Colidio: Sandez apareció como un fantasma para sacarla un par de metros por delante de la línea de gol.
Los de Diego Martínez se aferraron a la victoria de Independiente ante Huracán, que sepultó las chances del Globo y aseguró el pase de ronda de Tigre y Aldosivi (perdió con Arsenal en Mar del Plata). Ahora, salvo una catástrofe de River (tendría que perder por una goleada histórica ante Platense y que Newell’s también goleara a Gimnasia en La Plata), el Matador será quien visite al Millonario la próxima semana en el Monumental por los cuartos de final de la Copa de la Liga.
Boca se presentará por la misma instancia eliminatoria en la Bombonera (martes o miércoles, a confirmar), frente al tercero de la Zona A: mañana quedará definido si es Newell’s, Defensa y Justicia, Argentinos Juniors o Gimnasia La Plata (Sarmiento también tiene chances matemáticas de terminar tercero, pero precisa una goleada histórica además de otros resultados para que suceda).
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