La Policía brasileña arrestó a Robinho en una de sus residencias en San Pablo para que empiece a cumplir la pena de nueve años de prisión que le fue impuesta por una violación grupal que ocurrió en Italia. En medio del juicio, Robinho se fue a Brasil donde rige una ley donde no hay extradición para ciudadanos nacidos en el país y se aprovechó de esta situación. Tras muchos intentos de la Justicia Italiana y de los abogados de la víctima, pudieron hacer efectivo el pedido para que cumpla con la condena en una cárcel brasileña. Según informó la Policía Federal de Brasil en un comunicado, el exfutbolista de 40 años, se someterá a exámenes médicos preceptivos y será encaminado al sistema de prisiones. Las autoridades aún no informaron en qué prisión cumplirá la condena de nueve años de cárcel, que comenzará en régimen cerrado.
- Deportes