Sin descanso tras tres puntos contra Unión que le dieron aire -y confianza- en una Copa de la Liga quien lo tiene a maltraer, Boca no para porque en un puñado de días ya tendrá otra cita de mucha relevancia por delante: Racing, en el Cilindro de Avellaneda. La picante seguidilla de partidos antes de la final de la Copa Libertadores en el Maracaná hizo que Jorge Almirón diseñe una suerte de plan para que sus principales figuras no sientan la sobrecarga y lleguen afilados a la máxima cita del continente.
¿Cuál sería la estrategia? Como el clásico con la Academia será este martes, apenas cuatro días después del 2-1 al Tatengue en la Bombonera, el DT nacido en San Miguel no arriesgaría a ninguno de los habituales titulares y les daría descanso para evitar algún incovientinete físico que podría lamentar de cara a Fluminense.
Entonces, la planificación apunta a plantar un once mayormente alternativo en el Cilindro para luego, el sábado 28 de octubre cuando reciba a Estudiantes, poner nuevamente a sus mejores hombres con el fin de que lleguen con ritmo a la final de la Libertadores que se jugará una semana después.
Si bien evidentemente cualquier mínima molestia que presente algún jugador puede alterar el esquema que armó Almirón en algún punto, tal como fue el caso de Nicolás Figal el viernes pasado (iba a ser titular pero lo preservaron al no estar al ciento por ciento y en su lugar jugó Bruno Valdez), a priori la idea es esa: suplentes contra Racing y titulares frente a Estudiantes.
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