El entrenador de River Plate, Martín Demichelis, arrancó la segunda parte del año sin encontrar el equipo, utilizando 21 jugadores, sin repetir una formación inicial ni respaldar a algunos futbolistas, lo que generó malestar y preocupación en el plantel, en el cuerpo técnico y en la dirigencia.
Después de perder contra Vélez en el peor partido de River del año, nuevamente con cambios cuestionados, la relación del DT con varios referentes del plantel se resintió y hay un clima enrarecido en el vestuario del último campeón del torneo local. De hecho, en las últimas horas trascendió que existieron reuniones a raíz de rumores vinculados a las relaciones dentro del grupo con el cuerpo técnico y por filtraciones de informaciones sobre opiniones privadas.
En los cinco partidos que jugó entre la Copa de la Liga y octavos de la Libertadores, River siempre arrancó perdiendo, le anotaron 9 goles, 6 de ellos de pelota parada, sigue con la mala racha de visitante -ganó una vez en los últimos 13- y realizó ocho cambios tácticos.
River, que obtuvo el campeonato de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) el 15 de julio tras ganarle a Estudiantes, luego quedó eliminado de la Copa Argentina contra Talleres y perdió por penales ante Inter de Porto Alegre en la Libertadores.
Demichelis, en este segundo semestre del año, hizo cambios constantes en todas las líneas y el dato más elocuente es que sólo dos jugadores, Enzo Díaz y Franco Armani, tienen los cinco partidos jugados de titular, lo que causa malestar y dudas en la interna del grupo.
Para más datos de este momento, Milton Casco -que fue titular los primeros tres partidos- no salió del banco de suplentes en los últimos dos, mientras que Ignacio Fernández, catalogado por el entrenador como el cerebro del equipo, no jugó de titular en tres de los cinco partidos.
En los cruces por la Libertadores, tras jugar en la ida con el equipo habitual y un sistema táctico de 4-2-3-1, en la revancha sorprendió con el ingreso de Pablo Solari por Nacho Fernández cambiando el ordenamiento.
En ese partido hubo otro dato que causó polémica cuando por la lesión de Enzo Pérez -que estaba jugando de doble cinco- ingresó Nacho Fernández y no Matías Kranevitter cuando el equipo necesitaba un empate para pasar a cuartos.
Además, en los dos partidos, el equipo que conduce Eduardo Coudet le anotó 3 goles desde la pelota parada y en la revancha Ener Valencia sacó diferencias recostado sobre el lateral de Casco, a quien reemplazó por Robert Rojas cuando ya estaba perdiendo.
Tras la eliminación y el inicio de la Copa de la Liga, Demichelis se vio obligado a cambiar por las bajas de Lucas Beltrán y por las lesiones de Leandro González Pírez, Paulo Díaz, Nicolás de la Cruz y Enzo Pérez.
El DT eligió a Ramiro Funes Mori, Emanuel Mammana, Matías Kranevitter y Agustín Palavecino, pero el equipo no funcionó, volvió a sufrir goles de pelota parada y terminó jugando con cuatro delanteros.
En el partido ante Barracas Central de local, salieron del equipo Milton Casco y sorprendió con Santiago Simón de lateral derecho, volvieron Enzo Pérez y De la Cruz y el cambio inesperado fue el de Manuel Lanzini por Nacho Fernández.
Si bien ese encuentro ante Barracas terminó en goleada, el equipo sufrió otro gol de pelota parada y recién en el segundo tiempo pudo ganarlo con comodidad cuando el rival se quedó con 10 jugadores por la expulsión de Rodrigo Insua.
Finalmente, en el partido ante Vélez, el peor del ciclo de Demichelis según sus propias declaraciones, el DT volvió a cambiar el equipo de nombres y sistema al incluir a Colidio y Solari en lugar de Ezequiel Barco y Lanzini.
La salida de Barco, la continuidad de Nacho Fernández en el banco y el cambio de sistema, pasó a jugar un 4-3-3, fue lo que más sorprendió a los jugadores que evidenciaron incomodidad y un muy mal partido en Liniers.
Con este panorama, el arranque de la segunda parte del ciclo de Demichelis no empezó del mejor modo ni en los resultados, ni en el funcionamiento, ni mucho menos en la gestión de la abundancia de jugadores que tiene el plantel.
El parate por la fecha FIFA le dará tiempo y trabajo al entrenador para intentar buscar el equipo cuando juegue ante Arsenal -el único que le ganó de local- el domingo 17 de septiembre en el Más Monumental por la cuarta fecha de la Copa de la Liga.
Demichelis tiene por delante menos de una veintena de partidos posibles hasta fin de año para llegar a las finales que debería jugar por haber ganado la LPF ante el ganador de la Copa Argentina y el ganador de la Copa actual.
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