La noticia del allanamiento a Casa Amarilla cayó como una bomba inesperada en Boca, cuando los focos estaban puestos en el cruce por la Copa Libertadores contra Racing del miércoles próximo. La Justicia mandó a realizar una serie de allanamientos a distintas sedes del club y otros ocho domicilios entre Capital y Provincia, entre ellos el de Cristian Riquelme, en el marco de la investigación por presunta reventa de entradas, defraudación, asociación ilícita y omisión de recaudos durante un evento masivo.
El Juzgado en lo Penal Contravencional y de Faltas N°10, con la fiscal Celsa Ramírez a la cabeza, intenta desenmarañar un circuito de venta clandestino de localidades auténticas, fuera de todo control del club. Sin dudas y si bien se encuentra apuntado en la investigación otro alto dirigente, el nombre del "Chanchi" Riquelme, hermano del ídolo y vicepresidente del club Juan Román, hizo saltar con fuerza las alarmas de la noticia.
Un elemento clave que no le fue encontrado en su casa en un country de Pilar fue su celular -dice que se lo robaron en las últimas horas-, pero sí le fueron secuestrados otros elementos de valor probatorio como 97 tarjetas habilitadas para ingreso al estadio -fuentes del club aseguran que tenía esas localidades guardadas por sus funciones en la institución-, tarjetas de pase de dirigentes para la Copa Libertadores Sub 20 que se jugó en Chile y ganó el Xeneize, 36 pulseras verdes de consumo libre en el buffet de la cancha, una gran cantidad de indumentaria oficial de Boca, dos notebooks y una tablet.
En los otros seis allanamientos en Capital y el restante de Provincia se incautaron algunos artículos similares a los vistos en lo de Riquelme, como entradas, pulseras, ropa y computadoras, pero también planillas con nombres de personas habilitadas para sortear molinetes sin pagar en partidos ya empezados, carnets de socios, celulares y hasta un arma, del domicilio de un hombre identificado en la causa como Aldo Cufré. Resta verificar si se trata de una tenencia legal o ilegal.
Entre las locaciones allanadas se incluye un local de la calle Florida, la casa del exgoleador de All Boys Ángel Vildozo y la de una mujer llamada Antonella que sería periodista, actualmente sin trabajo.
Supuestamente la ruta que sigue la Justicia implica a más de 2000 entradas que no se asentarían en los registros contables del club para introducirlas en el circuito de la reventa, sobre todo a turistas extranjeros que pagan en dólares contantes y sonantes. Y que la base de operaciones sería el local de la calle Florida y la Bombonerita y se incluye en la investigación a tours comercializados con hoteles, venta de indumentaria y localidades para los partidos de Boca.
La otra hipótesis que circula en el oficialismo boquense es que esta causa tiene que ver con la interna política y la cercanía de las elecciones para renovar autoridades, lo que se llevará a fin de año. La Justicia asegura que ellos no juegan ese partido y que recién se produjeron ahora los allanamientos porque consolidaron durante estos diez meses la prueba. Que de haberlo tenido antes, lo hubieran llevado adelante en ese momento. Obvio, si el particular que denunció tenía alguna intención política para los investigadores no es materia de discusión: ellos van sobre la comisión o no de un delito que dicen, tener pruebas suficientes para presumir que existe. A punto tal que afirman que esperaron bastante hasta decidir allanar a Chanchi Riquelme porque saben el ruido que produce esa medida que se tomó este jueves, con el resultado antes mostrado, y que pone al mundo Boca en estado de ebullición.
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