Boca venció 2-0 a Sarmiento en un partido muy complicado en La Bombonera. Este triunfo ante su gente fue clave para levantar la cabeza en la Liga Profesional tras la dura caída en Mendoza la fecha pasada.
El juego predecible e inofensivo del Xeneize y el planteo hermético del Verde, que cedió el protagonismo de la noche y apostó al contrataque, dieron como resultado un primer tiempo para el olvido en Brandsen 805. De arranque, el conjunto de Junín estuvo cerca de abrir la historia con un derechazo rasante de Lucas Melano, quien se escabulló entre los zagueros pero no pudo gritar su gol por la estirada notable de Sergio Chiquito Romero.
La pelota se fue al tiro de esquina y rápidamente avisó Luciano Gondou con un cabezazo elevado, centímetros por encima del techo del arco. La respuesta de los de La Ribera llegó media hora después, con un taco de Cristian Medina luego de un centro de Marcelo Weigandt que terminó en los guantes de José Devecchi. El joven volante fue el único que buscó generar espacios en territorio enemigo con pases quirúrgicos y la pelota debajo de la suela del botín negro. El resto de sus compañeros se estrelló de lleno con la última línea visitante.
En el complemento, Jorge Almirón movió una pieza para intentar darle más fluidez a la mitad de la cancha: afuera Esteban Rolón, adentro Óscar Romero. Y le dio sus frutos porque a los 26 minutos, después de que Melano y Gondou desperdiciaran dos chances inmejorables frente al N°1 azul y oro, el volante paraguayo se escapó por el sector izquierdo y envió un centro filoso al área chica. Allí se estaba frotando las manos Miguel Merentiel, quien solo la tuvo que empujar a la red para hacer delirar al pueblo bostero.
Antes del silbatazo final, Medina tuvo un merecido premio por haber intentado jugar a la pelota: Sarmiento jugó mal un tiro libre, Luis Vázquez comandó el contraataque con el campo a su merced, enfrentó a Devecchi y tocó a un costado para que el mediocampista firmara el 2-0.
Fueron las únicas jugadas de peligro del segundo tiempo para Boca, que transpiró más de la cuenta para vencer a Sarmiento y sufrió la falta de creatividad y de profundidad en los últimos metros del campo de juego. El barrio dirá que el equipo ganó un “partido chivo” que le permitió llegar a los 31 puntos, ubicarse en el 11° escalón de la tabla y meterse en la pelea por la clasificación a las copas internacionales. La visita, por su parte, quedó con 28 y sigue soñando con una plaza continental.
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