Este año el Mundial de Rugby se realizará en Francia entre el 8 de septiembre y el 28 de octubre. Es el tercer evento deportivo global más grande -sólo detrás del Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos-, y a eso se le suman la pasión y el fervor de los fans de la ovalada alrededor de los cinco continentes.
Todas son buenas noticias para el ambiente del rugby, que justamente en este 2023 celebra los 200 años de su invención: con la cuenta regresiva en menos de 90 días, el de Francia ya augura ser el torneo más popular de la historia. Lejos de los conflictos sociales que agobian al país, el 90% de los franceses apoya la realización del certamen, que llevará a sus diez sedes a más de 600 mil turistas -cifra nunca antes alcanzada- y que generarán ingresos por más de 800 millones de euros. Además, las dos millones y medio de entradas se vendieron en tiempo récord, por lo que también se quebrará la cifra de mayor asistencia a un Mundial, que ocurrió en Inglaterra 2015.
Por otra parte, la Rugby World Cup tiene como objetivo ser una competencia de impacto positivo, estableciendo nuevos estándares en responsabilidad social, inclusión y desarrollo sostenible: el comité organizador ha entregado proyectos como el “Programa de Aprendices 2023″, su beneficencia oficial “Au Coeur” y el “XV de la Gastronomía”, que diseñará menúes basados en productos locales. La sustentabilidad es otra parte importante de este torneo: las medallas para los campeones, los subcampeones y los terceros están hechas 100% de teléfonos celulares reciclados, donados por fanáticos y clubes.
El programa de actividades durante el torneo se completa con las Aldeas de Rugby: estos fan fest podrán recibir hasta 40 mil personas y estarán abiertos a todos con entrada gratuita, ofreciendo un programa único de entretenimiento, incluyendo transmisión de los partidos, música en vivo, puestos de comida y bebida, juegos relacionados con el rugby, eventos culturales y zonas exclusivas para los más chicos.
Los Pumas buscarán recuperar su lugar entre los mejores
Tras quedar eliminados en la fase de grupos en Japón 2019, Los Pumas llegarán a Francia con la obligación de clasificar a cuartos de final, para volver a pertenecer a la élite mundial.
En su grupo -el D- enfrentarán al duro Inglaterra, al impredecible Japón y a los accesibles Samoa y Chile. Esto dicho en los papeles, claro está. Después hay que demostrar en la cancha.
El seleccionado nacional, dirigido por el australiano Michael Cheika, tendrá una preparación dura para el Mundial. Con la disputa del Rugby Championship en un formato reducido, Los Pumas se medirán con Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia una vez con cada uno. Además, habrá un amistoso ante los Springboks y otro frente a España.
Los entrenamientos para el certamen comenzarán en pocos días, ya que el debut ante los All Blacks (en Mendoza) será el 8 de julio. Técnicamente, el Mundial para los argentinos empezará en semanas, ya que desde la primera convocatoria de Cheika los jugadores deberán ganarse su lugar en la lista definitiva para Francia.